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La ciudad de Montpellier abandona los autobuses a hidrógeno en favor de los eléctricos a batería

No todos los proyectos de transporte público con energías limpias acaba bien, y el último ejemplo viene de la ciudad francesa de Montpellier. El proyecto estrella para adquirir autobuses de pila de combustible de hidrógeno e instalar una hidrogenera para ellos ha muerto antes de realizar un solo kilómetro. ¿La causa? Su elevado coste de operación.

Los autobuses implicados serán eléctricos, pero con baterías en vez de pilas de combustible. Montpellier montará cinco líneas de Bustram, es decir, autobuses eléctricos que circulan por carriles exclusivos, sin necesidad de pantógrafos ni de vías férreas, pero con una funcionalidad parecida al tranvía para los pasajeros. Estará operativo en 2025 y abarca cinco líneas del área metropolitana de Montpellier.

El proyecto Montpellier Horizon Hydrogène se anunció en 2019 y fue ideado por la anterior corporación. Era uno de los proyectos más ambiciosos de Francia en este sentido. En 2020 hubo cambio por las elecciones y los nuevos gestores evaluaron la viabilidad del proyecto heredado. A través de diferentes organismos consiguieron la adjudicación de 18 millones de euros de subvenciones, pero solo servirían para ponerlo en marcha, no para el día a día.

Recreación del Bustram cuando esté operativo (desde 2025)

En la primera fase, contarían con 21 autobuses de pila de combustible en 2023, y a los dos años habría otros 30 autobuses para llegar a 51. Además, en el proyecto había una hidrogenera mediante electrólisis que produciría 800 kg diarios de hidrógeno verde con la ayuda de una planta fotovoltaica de 2,8 MWp, así como toda la infraestructura necesaria para el repostaje. Cuatro líneas se proyectaron. Todo tendría un coste de 29 millones de euros.

Pero Montpellier quiere aliviar el tráfico ofreciendo este servicio como gratuito, así que el coste de operación resulta muy relevante. Empleando autobuses de pila de combustible de hidrógeno las cuentas serían de 3 millones de euros al año, es decir, 0,95 euros por kilómetro recorrido. Con autobuses eléctricos las cuentas son muy diferentes, 500.000 euros al año o 0,15 euros/km. Seis veces menos, vaya.

También hay que tener en cuenta que los autobuses de pila de combustible son bastante más caros, 150.000 a 200.000 euros adicionales de acuerdo a Julie Frêche, responsable del transportes y movilidad del área metropolitana de Montpellier, en una entrevista concedida a La Tribune. A futuro no se renuncia al hidrógeno, pero el proyecto queda aparcado por lo menos hasta 2030. A ver lo que cuesta el hidrógeno para entonces, básicamente.

En este vídeo podemos ver el detalle de la propuesta que se ha impuesto sobre el proyecto de autobuses de hidrógeno, y hay más en la web de Montpellier Méditerranée Métropole. Serán 57 kilómetros de recorrido divididos en cinco líneas, dando servicio a 10 comunas/áreas de la zona. Este servicio se verá complementado con vías ciclables y una merma de carriles para los vehículos privados.

La hidrogenera está todavía en fase de estudio, ya que puede prestar servicio a Montpellier de otra forma, aunque los autobuses no vayan a necesitar el hidrógeno que produzca. No obstante, en el proyecto original la producción de la hidrogenera habría sido insuficiente, así que habrían tenido que comprar fuera el que les faltase.

Las subvenciones que ya se han conseguido se van a intentar aprovechar para la hidrogenera, en caso contrario, seguramente se «perderán». De momento, la tecnología del hidrógeno es muy dependiente de las subvenciones públicas y de lo que quieran aportar empresas privadas, porque las cuentas no salen respecto a los vehículos eléctricos a baterías.

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