La factoría Ford en Almussafes se encuentra en plena tormenta perfecta por la escasez de semiconductores, la estrategia de Ford para reducir su estructura en Europa y la fecha límite del 2030 para electrificar todos sus modelos. En estas condiciones, el sindicato mayoritario de la fábrica UGT y la dirección de la planta negocian directamente todas las semanas. El objetivo, conseguir la llegada de nuevos modelos eléctricos a la factoría española que prolonguen su actividad.
Las posturas durante la negociación
En la reunión de ayer, UGT anunció estar dispuesto a tratar cuestiones de flexibilidad laboral que puedan favorecer la adjudicación de futuros coches eléctricos. Sin embargo rechazan que en esta negociación se incluyan rebajas salariales. En concreto rechazan que no se aplique la subida vinculada al IPC incluída en el anterior convenio que era del 7%.
Enfrente Ford insiste en la necesidad de ajustar salarios, reducir las vacaciones y hacer más horas de trabajo para aumentar la competitividad de la factoría. En este sentido hay que señalar que la marca estadounidense ya ha comprometido inversiones para electrificar las plantas europeas. Colonia (Alemania), Craiova (Rumanía) y Turquía han recibido inversiones para la producción de los nuevos modelos de hasta 1000 millones de euros. Mientras tanto, Almussafes y la planta alemana de Saarlouis han quedado descolgadas. Otro de los puntos críticos de la negociación en el futuro de la planta de motores de explosión, que emplea a cerca de un millar de los 6500 trabajadores de la fábrica.
El resto de sindicatos
En esta situación UGT, que también firmó en solitario el nuevo ERTE que estará en vigor este trimestre, se desmarca del resto de sindicatos del comité de empresa. Para el STM, las pretensiones de la dirección son inasumibles e injustificables. Considera que desde las anteriores negociaciones se lleva arrastrando una reducción de los derechos de los trabajadores. CGT y CCOO han manifestado su oposición a las propuestas de reajustes. Estos tres sindicatos tienen previsto mantener una reunión con el conseller de Economía de la Generalitat Valenciana, Rafael Climent, para mostrarle su preocupación por la falta de avances.
Fuente elEconomista
