¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

Consiguió que su Rolls-Royce Ghost fuese 100% eléctrico, pero pagó un alto precio, su matrimonio y la casa

En el vagón de cola de la eficiencia energética suelen estar coches como el Rolls-Royce Ghost, que a pesar de ser el modelo «pequeño» de la marca centenaria, tiene un enorme motor de 12 cilindros y consume muchísima gasolina -salvo que uno use el criterio de un multimillonario-. Vincent Yu, ingeniero y hombre de negocios de ascendencia asiática residente en Canadá, se compró un Ghost en 2015.

Cierto día su hija Gloria le afeó el detalle de conducir un coche «apestoso» y que eso hacía de su padre ser «un capullo», incluso renunció a ir de pasajera en el Rolls. Eso hizo reflexionar a Yu, y decidió hacer algo al respecto para recuperar el favor de su hija y que estuviese orgullosa de él. No pensó lo más evidente, que era vender el Rolls-Royce y comprarse otra cosa -véase un Tesla Model S-, sino convertir su Ghost para ser un coche eléctrico. No contaba con las mejores perspectivas.

La mismísima Rolls-Royce había presentado en 2011 el prototipo 102EX, basado en el más grande Phantom, como lo que en su día podía ser un coche eléctrico de la marca. No es de sorprender que, con el estado de la técnica de entonces, ese Phantom fuese más pesado que una vaca en brazos -solo las baterías eran 635 kg-, tuviese muy poca autonomía con 71 kWh y se enfrentase a tiempos de carga eternos. No había clientela para ese tipo de coche y fue descartado.

Vincent Yu fue por el camino más difícil, suprimir el motor térmico de Rolls-Royce -y todo lo asociado al mismo-, ponerle baterías para poder tener una autonomía más que decente, y mover las ruedas con un motor eléctrico. En otras palabras, precisó de una conversión artesanal. Los crecientes costes del proyecto le supusieron vender su residencia y acabar a las malas con su mujer, de la que se acabó divorciando.

Después de cuatro años, el Ghost ahora se mueve con un motor eléctrico de origen Tesla y tiene módulos de batería tanto en el vano delantero como en el maletero. Al menos consigue una autonomía de 500 kilómetros por carga. El equipo de personas que hizo posible el logro seguirá colaborando con Yu para convertir más coches térmicos a eléctricos como Mars Power Technology. Esperemos que trabajen mejor el tema del cableado y el ajuste fino.

A Vincent Yu la conversión le ha salido cara en términos económicos, conyugales y habitacionales. No obstante, tiene un particular sentido del humor: «Seré feliz mientras mi historia pueda hacer que alguien en la Tierra se ría, y que empiece a preocuparse acerca del cambio climático». Mientras Yu estaba dedicado a su noble empresa, Rolls-Royce no estaba de brazos cruzados.

Rolls-Royce Spectre realizando pruebas de invierno

Rolls-Royce Cars ya ha tomado el camino de la electromovilidad

El fabricante, parte de BMW Group, está trabajando en las próximas generaciones de Phantom, Ghost y Cullinan, que ya serán 100% eléctricas. Pero antes de que tal cosa ocurra, conoceremos primero al Rolls-Royce Spectre -antes conocido como Silent Shadow-, a la venta a partir del año que viene. La marca de ultralujo se saltará el paso intermedio, que son los híbridos enchufables, así que de 100% gasolina pasarán a ser 100% eléctricos.

¿A qué vino este cambio de opinión, dado el bajísimo volumen de Rolls-Royce a nivel mundial? Por China. Durante 2021 Rolls-Royce logró los mejores resultados de su historia (117 años de nada), 5.586 unidades. China es su principal mercado, a pesar de que los aranceles hacen sus coches carísimos (hasta el triple que en EEUU) al ser siempre de importación -aquí ni se plantean hacer JV con los chinos-. Parte de la clientela quiere los atributos tradicionales de Rolls-Royce, pero sin motores V12.

Sin embargo, China es tanto el país más poblado del mundo como el que más multimillonarios tiene, así que una cosa lleva a la otra. Por otra parte, el Spectre tendría una buena acogida en varios mercados europeos por el notable ahorro en impuestos que implica un coche sin emisiones, aunque siga siendo un volumen testimonial. En 2030, Rolls-Royce ya no usará motores de combustión interna.

Vía | Global News Canada

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame