Fortescue y E.ON, uno de los mayores operadores de redes de energía e infraestructura energética de Alemania, han llegado a un acuerdo para crear una cadena de producción y distribución de hidrógeno verde en Europa capaz de entregar hasta cinco millones de toneladas por año a Europa para el 2030.
Ambos socios han firmado hoy un acuerdo para ejecutar esta ambiciosa meta. Cada parte se ha comprometido a una asociación de investigación y estudio, con más documentación detallada y pasos necesarios relacionados con el suministro.
Esta asociación histórica supone poner en marcha una de las iniciativas más ambiciosas de Europa en su camino a la descarbonización, y que está destinada además a fortalecer la seguridad energética en un momento en que Europa necesita reducir su dependencia energética de los combustibles fósiles lo más rápido posible.
Estas cinco millones de toneladas por año de hidrógeno verde equivalen aproximadamente al 30% de la energía calorífica que Alemania importa de Rusia.
La idea es que grandes parques de energías renovables en Australia permitan producir las gigantescas cantidades de hidrógeno verde. Un hidrógeno que luego tendrá que ser transportado por mar hasta Europa mediante buques como el que están desarrollando en Fortescue, y que funcionará gracias a amoníaco verde. Un apartado donde ambos socios también trabajarán, y es por eso que han acordado trabajar juntos para analizar cómo podrían ser las soluciones para resolver los problemas de infraestructura y construir una cadena de valor segura.
We've bought a ship which our Green Team will aim to convert to run almost totally on #GreenAmmonia – a powerful sidekick to 100% renewable zero carbon #GreenHydrogen. 🤝 So, what should we call it? 👀 pic.twitter.com/jkGM58flJi
— Fortescue Future Industries (@FortescueFuture) March 24, 2022
Según el vicecanciller y ministro alemán de Asuntos Económicos y Acción Climática, Robert Habeck: “La carrera por la producción y el transporte a gran escala de hidrógeno verde ha despegado. El acuerdo entre E.ON y FFI es un gran paso adelante y los coloca en una posición privilegiada para la entrega de hidrógeno verde a la industria alemana. Felicito a las dos empresas y acojo con gran satisfacción su contribución a un futuro sin combustibles fósiles. Seguiremos fomentando iniciativas como esta dentro de la Asociación Energética Germano-Australiana”.
Un proyecto que pone sobre la mesa que hay alternativas al gas, pero esta necesita una enorme inversión para desarrollar no solo la producción, sino también su transporte. Un trabajo todavía por hacer que desnuda la poca visión de los políticos europeos que ahora parece que se han quitado el velo de la cara. Pero esta inacción durante los últimos 20 años supondrá que todavía tardaremos un tiempo que poder decir adiós al gas de Rusia, y sentar las bases de una sociedad menos dependiente de las fuentes de energía fósiles.
También nos avisa de los cambios en el orden energético que se avecinan en las próximas décadas, y donde la producción de hidrógeno podrá asentarse en lugares tradicionalmente alejados de los centros de producción energética hasta ahora, y que podrán ofrecer diferentes alternativas de suministro frente al cartel de los combustibles fósiles que actualmente domina el mercado.
Fuente | FFI
