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Las ventas de coches de combustión en Noruega se acercan a las ventas de coches eléctricos en España

Noruega y España se han convertido en dos símbolos de la enorme diferencia de implantación del coche eléctrico en Europa. Dos ejemplos donde la gestión pública ha sido diametralmente diferente y que tiene como resultado que el productor de petróleo apenas compre coches de combustión, y el país totalmente dependiente no haya ni empezado prácticamente su implantación.

Los datos son aplastantes. El pasado mes de abril se han vendido en Noruega 7,207 coches eléctricos puros, que representan el 74.1% del total de ventas en el país. En España en el mismo periodo se han vendido 1,958 coches eléctricos a batería, que suponen apenas el 2.8% del total de ventas. Algo que nos indica que un país con casi 9 veces menos población que España matricule tres veces y media más coches eléctricos que nosotros. Una diferencia que no se explica ni con la mayor renta per cápita ni con el menor tamaño del país, ni con nada.

Si sumamos los híbridos enchufables, esto supone que en abril el 84% de los coches que se han vendido en Noruega tienen una toma de corriente, mientras que en España maquillamos algo el resultado con un 9,1%. Una galaxia de diferencia con el país nórdico, pero lo más preocupante es que también estamos muy por detrás de nuestros vecinos europeos como Francia, Alemania o incluso por detrás de Portugal.

Pero sin duda lo más llamativo es que en abril en Noruega los coches diésel y gasolina han ocupado un espacio casi residual, similar al de los coches eléctricos en España.

En total los noruegos apenas han adquirido 514 unidades de coches gasolina (el 5.3%) y solo 313 diésel (3.2%). Tampoco es que los híbridos no enchufables estén para tirar cohetes ya que son apenas 709 unidades o el 7.3%.

Imagen de Cleantechnica

Esto quiere decir que los modelos diésel y gasolina son apenas el 16% de las ventas en Noruega. Una cifra que todavía es mayor que la de eléctricos e híbridos enchufables en España, pero que sin duda se igualarán en pocos meses.

Está claro que aun teniendo en cuenta las enormes diferencias entre los mercados de España y Noruega, estos datos que deberían hacer reflexionar a las autoridades de nuestro país donde la gestión de los diferentes programas de ayudas han sido un completo desastre.

Un galimatías burocrático y totalmente impracticable que llena de dudas y de incertidumbre a los pocos valientes que se animan a dar el paso y que luego tienen que cruzar los dedos para recibir su ayuda.

Top 10 ventas abril España vs Noruega

Sin duda hablamos de dos países muy diferentes en absolutamente todos los aspectos. Pero este ejemplo gráfico debería servir como ejemplo de lo mal que lo estamos haciendo en un país tremendamente dependiente energéticamente como España.

Un enorme riesgo sistémico que choca con el potencial de producción con energías renovables que tenemos y que nos podría hacer menos vulnerables a las peligrosas curvas a las que se está enfrentando el sector de los hidrocarburos.

Unos peligros que no ha hecho moverse ni una línea a las administraciones públicas que se empeñan en ser una barrera para la adopción de la movilidad sostenible en España.

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