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Li Auto achaca el incendio de uno de sus coches eléctricos a algo inflamable a bordo, ajeno al vehículo

El pasado lunes 1, pasado el mediodía (hora local) salió ardiendo un SUV Li ONE en la autopista Chengdu-Chongqing, en la provincia china de Sichuan. Iba circulando a una velocidad normal, cuando en cuestión de segundos el vehículo se incendió y sus cuatro ocupantes salieron pitando, sufriendo algunas quemaduras. El coche ardió y, obviamente, cuando se habla del incendio de un coche eléctrico (en este caso, con extensor de autonomía de gasolina) suelen saltar las alarmas.

Inicialmente Li Auto, el fabricante, fue muy cauto y dijo que esperaría a los resultados de la investigación. Había dos posibilidades, o el incendio se inició a causa del vehículo, o dentro del vehículo. Li Auto ha tenido acceso a los datos del registro de a bordo y los ha publicado en Weibo. Hasta el momento del incendio, los valores eran normales tanto para el motor de combustión, el circuito de bajo voltaje (12 V), el de alto voltaje, control de potencia, etc.

Ahora viene la parte interesante. A las 13:17:55 el vehículo circulaba a 85 km/h, siendo la temperatura exterior de 24 ºC y la interior de 32,5 ºC en la segunda fila de asientos. Estaba lloviendo. Dos segundos después, 13:17:57, el sensor de temperatura de la segunda fila registró 85 ºC. A los 3 segundos, 13:18:01, el sensor de calidad del aire -mide partículas PM2.5– pasó de un valor de 14 (aire limpio) a 999 (humareda tóxica). El coche ya estaba ardiendo como una yesca, apreciamos en un vídeo tomado in situ.

Incendio de un Li ONE, 1 de agosto de 2022

Otros 3 segundos más tarde, 13:18:04, el conductor abrió la puerta, y a continuación se abrieron las laterales que faltaban, del pasajero y de la segunda fila. La señal de ocupación del asiento del pasajero se terminó y se consideró el vehículo evacuado. No nos dicen el tiempo que tardó en parar, pero indiciariamente pasaron unos 10 segundos desde que iban a velocidad de crucero hasta salir del vehículo, lo que apunta a un frenazo de emergencia fruto del pánico.

El fabricante sospecha de la presencia de algún elemento inflamable o explosivo en el interior que pueda provocar una combustión tan rápida. Recordemos que los pasajeros salieron un poco chamuscados. Pero aún más interesante de todo es ver cómo estaban las baterías. Pese a que el coche quedó completamente incendiado, las baterías apenas presentan daños exteriores, no ardieron las celdas. Ni siquiera ardió el depósito de combustible, tampoco hubo fugas de gasolina.

Li Auto está pendiente de lo que diga la investigación de los bomberos, pero desde luego los datos aportados por el propio vehículo descartan que el incendio se haya iniciado en su cadena cinemática, sistema eléctrico o baterías. Ocurrió dentro dentro del habitáculo y a una enorme rapidez. Suponemos que algo así invalidará la garantía del fabricante. No obstante, tardaremos en ver las fotos de este incendio en una discusión de cuñados sobre lo peligrosos que son los coches eléctricos, aunque el resultado habría sido el mismo en un gasolina o un diésel.

La pregunta del millón ahora es esta: ¿qué puñetas había en la segunda fila de asientos que ardió de esa forma?

Vía | CnEVPost

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