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Solid Power enviará sus primeras baterías de electrolito sólido a BMW y Ford en el tercer trimestre

Solid Power ha anunciado que el próximo trimestre comenzará a producir celdas de batería de electrolito sólido para sus pruebas internas. La compañía, que tiene tratos con fabricantes como BMW y Ford, ha confirmado este hito tras la publicación de sus resultados financieros correspondientes con el segundo trimestre de 2022.

La firma norteamericana, que cuenta actualmente con un acuerdo estratégico con la coreana SK Innovation para el desarrollo de baterías de electrolito sólido para coches eléctricos, ya ha completado la instalación de su línea de fabricación piloto.

Es interesante señalar que, durante el segundo trimestre, Solid Power tuvo unos ingresos de 2,6 millones de dólares (4,8 millones de dólares durante todo el semestre). Sus pérdidas operativas se situaron en 14,7 millones de dólares, algo debido a las inversiones llevadas a cabo para el desarrollo de sus nuevos productos.

Su líquido combinado asciende a 534,2 millones de dólares. Teniendo en cuenta que la propia empresa estima que a lo largo de todo el año tendrá que invertir entre 150 y 170 millones de dólares, para finales de 2022 debería contar con entre 420 y 440 millones de dólares (incluyendo equivalentes de efectivo, inversiones a largo plazo, etc).

Línea de producción de Solid Power

Solid Power tiene acuerdos con BMW y Ford

Cuando la línea de producción piloto funcione a máxima capacidad, podrá fabricar unas 300 celdas semanales; o lo que es lo mismo, 15.000 celdas de forma anual. Durante el tercer trimestre, Solid Power entregará a sus socios automotrices sus primeras celdas con ánodo de silicio de 20 Ah. Estas baterías se utilizarán en los test iniciales de los fabricantes.

Solid Power es, junto con QuantumScape (respaldada en este caso por el Grupo Volkswagen), una de las startups más avanzadas en el desarrollo de las baterías de electrolito sólido. Esta tecnología, por la que también están apostando fabricantes como Nissan y Toyota, podría suponer un antes y un después dentro de la industria.

Para empezar, las celdas de electrolito sólido prometen una densidad energética muy superior a los modelos de electrolito líquido; además, también permitirán mejorar los tiempos de carga de los coches eléctricos. Por otro lado, sobre el papel deberían ofrecer unos índices de seguridad superiores, pues no son inflamables.

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