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Tesla tiene un nuevo frente judicial en EEUU, una demanda colectiva por los frenazos fantasma de Autopilot

Un tribunal federal en California aceptó una demanda colectiva interpuesta por un particular de San Francisco, José Álvarez Toledo, contra la megaempresa de automoción. José, poseedor de un Tesla Model 3, está aparentemente harto de los frenazos fantasma de su coche con el sistema Autopilot, que viene de serie.

Su demanda colectiva está abierta a todos los perjudicados por este problema, ya sean propietarios de un Tesla o que estén arrendándolo mediante un leasing. Mientras Elon Musk cree que se podrá desplegar masivamente el sistema FSD -en beta pública restringida- antes de que acabe el año, el sistema de seguridad básico adolece de cierta confusión a la hora de valorar amenazas que necesiten un frenazo.

Un frenazo fantasma ocurre cuando la IA del coche considera que un objeto inofensivo, cercano o distante, requiere evitar la colisión contra él. En la demanda se puede leer que «cuando el frenazo defecto de frenazo involuntario sucede, convierten lo que se supone es una medida de seguridad en una pesadilla peligrosa y aterradora». La IA depende de una serie de cámaras, el sistema Tesla Vision, para detectar dichas amenazas.

El demandante considera que «Tesla se ha apresurado en lanzar al mercado de sus coches con conducción autónoma con tecnología insegura, incluyendo su sistema de asistencia al conductor, que la compañía llama Autopilot o FSD, y su sistema de frenado de emergencia». Hay que matizar que tanto la frenada automática como el Autopilot vienen de serie, y tanto Autopilot mejorado (EAP) como la «capacidad de conducción autónoma total» (FSD) son opcionales.

También podemos leer en la demanda que Tesla ha ejercido competencia desleal contra otros fabricantes por ocultar los riesgos para la segudiad que implican las asistencias de Autopilot, violando garantías y beneficiándose de ello injustamente. El demandante exige daños y perjuicios por la pérdida de valor residual, gastos de reparaciones y el precio aparentemente pagado de más por tener Autopilot en su coche.

Mientras tanto, la agencia estatal NHTSA, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras​, sigue investigando qué pasa con los frenazos fantasma ligados a Autopilot, que afectan a más de 416.000 coches. Del fabricante no tenemos versión en este momento. Si se unen a la demanda el número suficiente de personas, puede ser un quebradero de cabeza para el equipo de abogados a sueldo de Tesla.

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