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NIO ofrecerá su alquiler de baterías en la UE. Casi todos los noruegos lo han elegido

De momento, el único mercado en el que NIO está presente es en Noruega, que a su vez es el único donde opera aparte de China (todavía). Los primeros NIO para clientes alemanes, holandeses, suecos… están de camino ya, llegaron a tierra hace semanas. También se ofrecerá el alquiler de baterías con intercambio, una ventaja competitiva para NIO.

Mediante la modalidad BaaS (batería como servicio), el cliente se ahorra pagar el coste de la batería, se limita a alquilarla. Puede aumentar la capacidad de baterías pagando un poco más. Se pueden hacer seis intercambios de baterías al mes sin coste adicional, y eso se anuncia como «de por vida».

Tal es la popularidad del sistema, que casi la mitad de los clientes chinos eligiero esta modalidad, ya tienen a su disposición más de 1.000 estaciones de intercambio. En cuanto a los noruegos, unos 800 clientes tienen acceso a un par de estaciones de intercambio. La primera de Alemania está todavía por inaugurarse.

NIO ET7

En el caso del NIO ES8 para Noruega -modelo que no entrará en la Unión Europea-, los clientes se ahorran unos 8.700 euros por las baterías de 75 kWh. En su lugar, pagan 135 euros al mes, por lo que solo por las baterías sale a cuenta durante 64 meses, cinco años y un trimestre. Por otra parte, elimina cualquier preocupación sobre si las baterías salen malas o regulares, dará igual.

Pero claro, hay que tener en cuenta que también se incluyen seis intercambios, que incluyen la energía en las baterías. También se pueden recargar como cualquier coche eléctrico en corriente alterna y continua. El NIO ES8 sale por unos 52.000 euros al cambio. A corto plazo es muy rentable para el usuario, a largo plazo lo es para el fabricante: en 10 años el usuario ha pagado más de dos baterías, pero le da igual cuándo fallen (y si fallan).

Ahora mismo NIO tiene en Hungría una fábrica que se dedica a crear estas estaciones de intercambio (NIO Power Swap), lo cual ahorra muchos portes para traerlas desde China. Basta un camión para trasladar cada estación, dividida en dos módulos, y el montaje es muy sencillo en apariencia.

Pero esto suena muy bien hasta que nos ponemos en el lugar de la empresa. NIO tiene que financiar tanto las estaciones como las baterías, a menos que se asocie con una empresa que gestione estos activos y se lleve una buena comisión de las cuotas mensuales de la clientela. Está buscando un socio para Europa, y así compartir riesgos.

Si nos fijamos en los datos del segundo trimestre de NIO, su facturación aumentó un 22%, pero sus pérdidas se han cuadruplicado, por lo que durante un tiempo esta medida incinera mucho dinero, hasta que los ingresos superan a los costes.

Ningún otro fabricante grande apuesta por esta modalidad (BaaS), Renault lo hizo en el pasado. NIO aspira a quitar cuota de mercado a las monarquías Premium alemanas con este servicio, pues facilita la adopción del coche eléctrico. El objetivo es llegar a 1.000 estaciones de intercambio fuera de China en 2025, la mayoría estará en Europa.

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