En los últimos meses estamos descubriendo como las marcas han decidido aplicar en su mayor parte una política de trabuco para los casos en los que uno de sus coches eléctricos sufran un accidente que dañe su batería. Uno de estos nos ha llegado desde China, donde un cliente recibió un escandaloso presupuesto para la reparación de su vehículo que duplicaba el coste del coche nuevo. Algo que ha llenado las redes de mensajes de preocupación de indignación a partes iguales, y que ha hecho reaccionar a una Polestar que ha modificado sus condiciones.
Cuando hemos publicado la noticia original, el pasado 22 de agosto, hemos enviado también un correo al departamento de prensa de Polestar en España para saber si tenían su versión de lo sucedido con el accidente en China. Y ahora tenemos la respuesta.
Como recordamos, en este accidente el coche había caído en una cuneta, dañando toda la parte inferior del vehículo incluyendo la batería. Una operación de reparación que el concesionario oficial de Polestar al que el cliente llevó el vehículo presupuestó en 79.470 euros al cambio. Más del doble de lo que cuesta el coche a estrenar en ese mercado.
A la vista de la repercusión que este caso ha tenido, desde Polestar España nos han mandado la siguiente nota: «Hemos investigado el incidente en China siguiendo el informe de los medios y podemos confirmar que el precio informado del coste de reemplazo de la batería era incorrecto. Desde entonces, hemos aprovechado la oportunidad para revisar el coste de reemplazo en China en el caso improbable de que se deba reemplazar el paquete completo de baterías después de un accidente, y lo hemos ajustado para que sea menos de la mitad del precio de venta del automóvil. Desde entonces, el asunto se ha resuelto de manera amistosa con los clientes.»
Esto quiere decir que en caso de un accidente donde se dañe la batería de un Polestar 2 y se necesite cambiar la batería en su totalidad, un cliente chino tendrá que abonar un máximo de 24.800 euros. Una cifra sin duda mucho más razonable si tenemos en cuenta que hablamos de un pack de 78 kWh.
Sigue siendo de todas formas una manera de matar moscas a cañonazos, ya que el coste de la reparación debería ser personalizado ya que no es lo mismo un pequeño impacto que dañe alguna toma o alguna celda, que un golpe que destruya totalmente la batería.
Y es que en la red estamos empezando a ver casos de clientes que reciben el veredicto de sinestro total en su vehículo por golpes que no parecen ser demasiado graves. Y lo peor, que los talleres ni siquiera llegan a inspeccionar el estado de la batería y limitan su veredicto a una inspección visual externa. Luego esos coches son vendidos a talleres por cifras ridículas, arregladas y de vuelta al mercado con un beneficio grosero a costa de la aseguradora y el cliente.
Factores que no hacen más que disgustar a los propios clientes que se llevan una imagen muy negativa de la marca e incluso de la tecnología del coche eléctrico que como vemos, tiene todavía mucho por delante por mejorar también en este asunto que en cualquier momento puede afectar a cualquier usuario.
