Los Supercargadores Tesla abiertos a otras marcas son «ilegales» en Alemania, no tienen contadores de electricidad
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Publicado: 17/08/2022 13:13
El fabricante americano tuvo claro desde el principio que era un factor crítico para el éxito de sus coches eléctricos que pudiesen recargar rápidamente en ruta, de ahí la red de Supercargadores. En Europa su despliegue es el más extenso de una única red de recarga ultrarrápida, y paulatinamente Tesla se ha ido abriendo este año a usuarios de coches eléctricos de la competencia.
A lo largo de 2022 se han podido enganchar a los Supercargadores usuarios de vehículos de Holanda, Noruega, Francia, Reino Unido, España, Suecia, Bélgica, Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Luxemburgo y Suiza. Pero hay un problema que Tesla quizás no contempló, y es que aunque la Unión Europea consigue que muchas cosas estén homologadas, hay otras que no.
En el caso de Alemania, Tesla no está cumpliendo la normativa con sus Supercargadores, pues carecen de un medidor visible y preciso (calibrado) de la energía que se suministra. De hecho, no tienen siquiera pantallas. Todo el proceso se hace a través de la app móvil de Tesla para los usuarios de la competencia. El proceso no ha cambiado en los últimos años para los que conducen Tesla:
Este problema de visualización de los kWh suministrados no solo lo tiene Tesla, pero al ser la red más grande, es la que más incumple la norma. Thomas Weberpals, responsable de la Oficina del Estado de Bavaria de Pesos y Medidas, comentó a Handesblatt que «No se impide ni se sanciona la operación ilegal. Se ha estado y se está trabajando hacia una operación legal».
Tesla tiene por delante la transformación de no pocos puntos de recarga hasta hacerles cumplir con la normativa alemana, y lo mismo respecto a otros operadores que no le indican al usuario de forma clara cuánta energía le están suministrando, ni cuánta se ha suministrado. En este sentido, los puntos de recarga deben ser como los surtidores de combustible.
Dentro de unos años llegaremos a un estado en el que la recarga de coches eléctricos se haya simplificado al extremo, que no hagan falta múltiples aplicaciones o tarjetas para activar los puntos de recarga, y que el proceso de pago y tarificación sea simple, claro y entendible por cualquiera. Mientras tanto, hay que ir lidiando con estas menudencias.