Las smart grids, o redes inteligentes, serán una de las claves del futuro de nuestras redes eléctricas. Una tecnología que permitirá lograr mejorar la eficiencia en la producción y el consumo eléctrico.
Uno de los elementos que mejor partido pueden sacar de esta tecnología es el coche eléctrico. Como muestra las pruebas que Renault está realizando en Alemania, donde un grupo de trabajadores están usando un cargador inteligente para recargar las baterías de su ZOE.[blocktext align=»left»]
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Este se conecta a un punto de recarga inteligente. Es capaz de comunicarse con la red eléctrica y detectar cuando son los momentos de mayor demanda, y donde el precio de la electricidad debería ser más caro, al mismo tiempo que es capaz de detectar cuando la demanda baja, y con ella el precio del kWh.
Además este cargador puede aumentar o reducir la potencia de recarga. Cuando el precio se reduce, la recarga se acelera hasta el máximo para lograr recuperar la mayor cantidad posible de energía antes de que las tarifas vuelvan a subir. Un formato que permite optimizar los recursos disponibles y que evitará el colapso en las horas de mayor demanda.
Lo mejor de todo es que para usar este sistema, no es necesario cambiar de coche, simplemente hace falta un punto de recarga inteligente, y unas tarifas eléctricas dinámicas que se amolden a los momentos de mayor o menor demanda y conseguir no sólo una red más estable, sino sobre todo acceder a una recarga más económica.
El siguiente paso según Renault será lograr que el propio cargador del coche sea capaz de hacer esto, y además de poder trabajar de forma bi-direccional inyectando electricidad a la red cuando esta la necesite, o como una forma de optimizar la producción de una instalación solar en el hogar.
Fuente | Renault
