Durante la presentación del Tesla Model 3 un aspecto ha llamado la atención del público de forma muy especial. El techo de cristal infinito, y sin juntas. Una forma de crear una línea fluida y espectacular a nivel visual, pero esto tiene un par de problemas.
El primero es el acceso al maletero. Esta cuestión está moviendo ríos de tinta por lo extraño de su acabado. Como podemos ver en las pocas imágenes que han podido ser captadas, en el prototipo la solución ha sido sustituir el enorme portón del Model S, y cambiarlo por una pequeña entrada típica en los sedan.
Algo que de llegar al modelo de serie tendrá un par de repercusiones.
La primera será la clásica de este tipo de puertas. Que meter objetos voluminosos será muy complicado. Eso lo sufren modelos como el Volkswagen Passar, que cuenta con gran maletero de 586 litros, pero donde no podemos por ejemplo meter una televisión de gran tamaño. Algo que no le sucede precisamente el Tesla Model S, capaz de albergar una tele de más de 65 pulgadas (con los asientos traseros abatidos claro).
Pero la segunda cuestión tampoco es baladí. El tema es que al ser una única pieza todo el techo, en caso de rotura la sustitución será mucho más costosa que hacerlo sólo en la luna delantera.
En el lado positivo debemos anotar que todavía estamos ante un primer prototipo. Desde su presentación hasta el modelo definitivo seguro que pasan muchas cosas, y veremos algunos cambios. Es más que posible que Tesla cambie ese techo infinito por uno más convencional, no sólo desde el punto de vista de las reparaciones, si no también de su propio transporte.
No debe ser para nada sencillo mover decenas o cientos de miles de estos techos sin problemas.
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