Un estudio indica que los fabricantes alemanes son los que más están invirtiendo en el coche eléctrico

La consultora EY Found ha publicado un informe donde se desgrana el nivel de inversión de los diferentes fabricantes dentro del sector del coche eléctrico. Un estudio que pone sobre la mesa la fuerte apuesta que están realizando las marcas alemanas dentro de un negocio que no para de ver como se incrementan sus cifras.

Para el estudio se ha analizado la inversión de los 16 principales grupos de producción de coches, y estimado el nivel de inversión de estos en coches eléctricos.  El resultado es que a tenor de estos datos, Alemania está muy por delante de sus rivales. Estos habrían invertido en los dos últimos años unos 3.200 millones de euros, seguido muy de lejos por los chinos, con 990 millones, y los americanos, con 887 millones.

Lo más importante es que según los expertos, se trata de una dinámica que ganará fuerza en los próximos años, que será cuando la inversión se incremente de forma importante empujada por la llegada de marcas que hasta ahora apenas han puesto dinero para el desarrollo de sus gamas eléctricas.

Según EY Found, los fabricantes se han tomado su tiempo para tomarse este sector en serio, pero ahora la cercanía de la entrada de las nuevas normativas de emisiones, o el programa de cuotas de China, acelerará de forma exponencial la inversión de estos grandes grupos.

Algo que en el caso de los alemanes se ha visto impulsado además por culpa del escándalo de las emisiones de los motores diésel trucados, que se ha extendido desde Volkswagen a otras marcas. Un momento dramático que ha supuesto un momento de ruptura del mercado con los coches diésel, con consecuencias directas en las propias previsiones de las marcas para cumplir con las normativas sobre emisiones de efecto invernadero.

Unas cifras de inversión de los dos últimos años que en breve se quedarán pequeñas a la vista de las proyecciones de inversión a corto plazo. Por ejemplo, la propia Volkswagen invertirá 2.000 millones de euros en los próximos 2 años sólo en adaptar algunas de sus plantas alemanas para producir coches eléctricos. Y eso sin contar con la inversión en el desarrollo de su familia ID y el resto de variantes del resto de marcas del grupo.

Mercedes por su parte quiere tener un sistema de producción de coches y baterías a nivel global, con nada menos que cinco fábricas de coches eléctricos y otras tantas instalaciones de ensamblado de baterías. Algo que supondrá una inversión por encima de los 5.000 millones de euros más lo necesario para poner en marcha la gama EQ.

Vía | Thelocal