Mazda lanzará el año que viene su primer coche eléctrico. Un modelo del que por el momento no se sabe demasiado, y que en un principio no debería estar asentado sobre la plataforma modular eléctrica que la compañía está desarrollando con Toyota y Subaru, entre otras marcas, pues el proyecto todavía está en una etapa de diseño relativamente temprana.
Este primer modelo, sin embargo, debería beneficiarse de una carrocería de tipo crossover, probablemente a medio camino entre un turismo y un SUV, para poder conjugar una buena aerodinámica con un espacio interior que no se vea afectado por las baterías situadas en los bajos del vehículo (una configuración ya vista en el nuevo Jaguar I-Pace).
Sin embargo, lo que sí se sabe es que el modelo contará con un extensor de autonomía bajo la forma de un motor rotativo, si bien no es seguro si el modelo se ofrecerá sólo con dicha configuración o si habrá otra en la que se prescinda del motor de combustión. Algo que ya hemos visto en modelos como el BMW i3, que se ofrece tanto en versión 100% eléctrica como dotada de extensor de autonomía REx.
Mazda ha confirmado que su motor rotativo no tendrá turbocompresor y que tendrá un solo rotor. De acuerdo con la marca japonesa, ocupará el espacio de dos cajas de zapatos, por lo que su uso como extensor de autonomía opcional para un coche 100% eléctrico es el ideal. Además, gracias a su suavidad de funcionamiento, los usuarios podrán disfrutar de una experiencia de conducción muy similar a la de un coche 100% eléctrico, pues apenas hará ruido o producirá vibraciones (recordemos que además la tracción será tarea del motor eléctrico).
Sin embargo, parece que esta segunda vida del motor rotativo no irá a más, pues todo indica que Mazda no ha continuado desarrollando su nuevo deportivo dotado de este tipo de propulsor, llamado a sustituir al RX-8, el último modelo de la firma en montarlo.
Fuente | Fox News
