Que la llegada del Tesla Model 3 iba a afectar a las ventas de todos los coches eléctricos a la venta en Estados Unidos era algo que se sabía de antemano. Con unas 450.000 reservas mundiales, el Model 3 es todo un éxito a pesar de que a la marca le está costando satisfacer la demanda ante los problemas para sacar adelante la producción del modelo.
Sin embargo, parece que a pesar de estos problemas, el Model 3 comienza a cobrarse sus primeras víctimas: el Chevrolet Bolt ha caído en el primer trimestre un 51%, vendiendo apenas la mitad de unidades que el Model 3, a pesar de que el modelo californiano por el momento se sigue fabricando con cuentagotas por los cuellos de botella de la Gigafábrica 1.
El Chevrolet Bolt nunca fue un modelo de grandes ventas. En su primer año completo en el mercado, 2017, experimentó una tendencia positiva de ventas, pues las entregas fueron aumentando según avanzaba el año. Sin embargo, con 26.000 unidades estaba lejos de modelos como el Tesla Model S o el Tesla Model X, que vendieron mundialmente 55.000 y 47.000 unidades respectivamente.
Sin embargo, el Bolt es un modelo poco adaptado a los gustos del mercado estadounidense. Su formato de monovolumen de pequeño tamaño le penaliza, si bien cuenta con un equipamiento, una autonomía y unas prestaciones en líneas generales destacadas. Sin embargo, poco parece poder hacer frente al modelo pequeño de Tesla, que a pesar de no venderse todavía en su versión Standard entregó un total de 9.766 unidades a lo largo de los tres primeros meses del año. El Chevrolet Bolt entregó sólo 4.375, una cifra mucho más modesta.
Es de esperar que la llegada de modelo como el Nissan LEAF de 60 kWh y el Hyundai Kona Electric, más adaptados al mercado estadounidense (el primero por su mayor tamaño y por no ser un monovolumen, y el segundo por ser un SUV) sólo empeorarán la situación del pequeño modelo de Chevrolet. ¿Qué futuro le espera al Bolt?
Fuente | The Motley Fool
