A pesar de que todos los esfuerzos de Tesla a día de hoy están centrados en la producción del Model 3, continúan actualizando también los Model S y Model X, que poco a poco van recibiendo mejoras, nuevas versiones del Autopilot, etc. No en vano, la berlina y el SUV de lujo de Tesla son dos coches que dejan un enorme margen de beneficio a la marca, y no le conviene descuidar sus ventas.
La última mejora ha sido una actualización del diseño interior, así como el añadido de un nuevo acabado interior opcional en ambos modelos. La actualización principal consiste en un nuevo acabado grafito más oscuro que se utiliza en la inmensa mayoría de piezas del interior. Por su parte, el nuevo acabado recibe el nombre «Oak Décor», que viene asociado a la opción «Cream Premium».
El nuevo acabado le da un aspecto refrescante a ambos modelos, que si bien todavía se muestran vanguardistas en las formas de su salpicadero, consiguen un toque más moderno con la nueva combinación de materiales y colores. Así, la plancha superior es negra (está forrada en cuero), mientras que el resto de zonas (plancha inferior, asientos, alfombrillas, etc) son de color blanco cremoso.
Las molduras por su parte pasan a ser de madera de roble, algo que recuerda a la configuración ofrecida por BMW en algunos modelos como el i3. El resultado es visualmente agradable, y de acuerdo con las opiniones que se han podido ver en Internet, está gustando a los usuarios. Sin embargo, detalles como el volante o la ausencia de huecos portaobjetios en las puertas del Model S todavía continúan sin cambiarse a pesar de que son mejoras que los usuarios demandan, pues el coste de estas mejoras no compensa a la marca, que está centrada en el Model 3.
El Model 3 por su parte acaba de recibir un nuevo interior blanco y negro que por el momento sólo se podrá pedir en el Performance.
Fuente | Electrek
