Cuando Jaguar presentó por primera vez el i-Pace, su primer coche eléctrico, sorprendió a todos con unas especificaciones en el aspecto de la recarga bastante modestas. Indicaba una potencia máxima de 50 kW. Muy lejos de lo esperado para un modelo de nueva generación, sobre todo situado en una parte alta de la oferta a nivel económico.
Por suerte para el inicio de la producción, Jaguar rectificó y dotó al i-Pace de un cargador capaz de llegar a los 100 kW. Pero incluso esa cifra ha suscitado algunas críticas ya que se queda atrás respecto a otras marcas como Tesla, y sobre todo a la vista de la instalación de puntos de recarga ultra-rápida con cifras a partir de los 150 kW.
Ahora el jefe técnico de Jaguar, Wolfgang Ziebart, ha realizado unas declaraciones a la prensa alemana en la que desgrana esta cuestión. Ha indicado que en un primer momento han preferido mantener la potencia en los 100 kW, siguiendo el ejemplo de Tesla y sus Supercargadores. Una referencia en la que parecen mirarse muchas marcas,
A pesar de todo, según el directivo las celdas del i-Pace son capaces de aceptar sin problemas técnicos potencias de hasta 170 kW, mientras que el sistema de control de la propia batería puede llegar a 150 kW. Una potencia que esperan poder lograr en sucesivas actualizaciones.
Según el Sr Ziebart, la explicación a la renuncia a potencias superiores, como los 350 kW que aspira lograr Porsche, se deben a las limitaciones de las baterías y sus actuales capacidades. Algo que de nuevo sigue el ejemplo de una Tesla que recientemente ha confirmado que no seguirá la carrera por lograr potencias más allá de los 200 o 250 kW.
Otra de las razones para mantener de momento la cifra en 100 kW, que recargan al 100% la batería en menos de una hora o al 80% en 40 minutos, es la poca oferta de puntos de más de 50 kW. Pone como ejemplo las 11.000 estaciones de carga que ya hay en Alemania, de las cuales apenas 440 llegan a los 100 kW.
Esto nos indica que la decisión de Jaguar atiende a un deseo de ofrecer una alternativa compensada en la relación potencia/precio, y que además permita proteger las celdas de las baterías en esta primera generación. Y es que con 100 kW, un cliente puede moverse con cierta libertad incluso en viajes moderadamente largos. Lo malo es que las redes de recarga se están desarrollando de una forma muy irregular en Europa, lo que unido a la amplia variedad de empresas y tarjetas, hace más complicado el desplazarse con plenas garantías.
Para tratar de facilitar la vida a sus usuarios, Jaguar ha llegado a un acuerdo con el operador de carga alemán Plugsurfing por el cual los propietarios de un i-Pace podrán recargar en las más de 60.000 estaciones repartidas por toda Europa compatibles con su aplicación. A cambio una mensualidad de 38.50 euros que permite al usuario disfrutar de 30 minutos de recarga gratuita, para luego cobrar las tarifas establecidas por la red.
Vía | Autozukunft
