El millonario británico Dyson, ha sorprendido a todos con el anuncio de que su gran inversión, 2.000 millones de libras, para levantar una fábrica de coches eléctricos finalmente no estará ubicada en Reino Unido, sino que se irá a Singapur.
De esta forma Dyson se asegura estar cerca de sus principales clientes, suministradores, y también de la mano de obra cualificada para un proyecto de elevada dificultad como es la de poner en marcha desde cero una línea de producción de un coche eléctrico
Esta nueva instalación estará lista a finales de 2020, cuando comenzará sus primeros trabajos con las unidades de pre-serie. Una vez comprobado que todo está correcto, empezará la fabricación de las unidades para el mercado. Unas entregas que según la marca arrancarán a principios de 2021.
La elección de Singapur a pesar de que ha sorprendido a muchos, tiene cierto sentido ya que a los motivos anteriores, hay que sumar que en este mercado los ingleses ya cuentan con una instalación que da empleo a 1.100 personas, dedicadas a la producción de motores eléctricos para los actuales productos de Dyson.
Entre los motivos para la elección de este mercado está el acuerdo de libre comercio con China. El mayor mercado mundial para el coche eléctrico que jugará un papel clave en el futuro del proyecto eléctrico de Dyson gracias a una demanda que no para de incrementarse, gracias por ejemplo a la entrada en vigor en 2019 de las nuevas cuotas de ventas.
Para poder competir en un mercado cada vez más apretado, Dyson espera poder sacar partido a la experiencia que han acumulado en el desarrollo de motores eléctricos, y sobre todo en el aspecto de las baterías de electrolito sólido. Uno de los materiales llamados a revolucionar el mercado y donde los británicos han depositado buena parte de sus esperanzas de éxito.
Un Dyson que recordamos ha sido uno de los principales defensores del Brexit, y que ha apostado por estrechar las relaciones con Asia más que con Europa. Algo que nos indica que muy posiblemente a corto plazo no veamos a esta marca compitiendo en el mercado del coche eléctrico europeo, centrando todos sus esfuerzos en el asiático, y posiblemente rentabilizando sus investigaciones con la venta de la tecnología de sus baterías a otras marcas.
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