A pesar de que actualmente sus esfuerzos están centrados en su gama de acceso, compuesta por el superventas Model 3 y el recién presentado Model Y, Tesla renovará este año sus dos modelos de gama alta, los Model S y Model X. El primero vio la luz en 2012 y recibió un restyling en 2016, mientras que el segundo no ha experimentado ningún cambio desde su lanzamiento en 2015 más allá de las clásicas actualizaciones de software y en la oferta de packs de baterías que suele realizar Tesla en todos sus modelos cada cierto tiempo.
Ambos modelos comienzan a mostrarse algo desfasados frente a los últimos lanzamientos de Tesla, y por ello en el tercer trimestre de este año recibirán un restyling que les permitirá mantenerse competitivos hasta la llegada de sus nuevas generaciones, previstas para 2021/2022. ¿Qué cambios podemos esperar en los dos modelos más lujosos de la gama Tesla?
Para empezar, y más allá de un rediseño exterior e interior que los acercará a la estética del Model 3, deberíamos ver nuevas opciones de batería. Actualmente Tesla sólo ofrece un pack de 100 kWh tanto en el Model S como en el Model X, lo que podría significar que la marca americana está desarrollando un pack de mayor capacidad que se situará por encima y que permitirá mantener a sus modelos por delante de rivales como el Porsche Taycan o el Audi e-tron GT.
Esto podría conseguirse aplicando los cambios ya vistos en el Model 3. Para empezar, las celdas 18650 producidas en Japón por Panasonic podría ser sustituidas por las 2170 procedentes de la Gigafábrica 1 de Nevada, lo que unido a un nuevo empaquetado podría servir para lograr una mayor capacidad en el mismo espacio. También deberíamos ver la llegada de un sistema de enfriamiento similar al del Model 3, con siete tubos de refrigeración por módulo en lugar de dos.
Por otro lado, ambos modelos recibirán tomas CCS Combo 2 en Europa, lo que les permitirá aprovechar las nuevas redes de carga rápida del viejo continente (IONITY, Fastned…). Además, y al igual que el Model 3, aumentarán su potencia de carga a 250 kW, lo que les permitirá sacar el máximo rendimiento posible a los nuevos Supercargadores V3, así como a los puntos de carga ultra-rápidos de otros operadores.
La nueva gama seguirá los pasos de los últimos modelos de Tesla y prescindirá de las anteriores denominaciones numéricas que indicaban la capacidad de la batería (75D, 100D), pasando a llamar a las diferentes versiones Standard Range, Long Range, etc. Es posible que los precios de los nuevos modelos varíen para mantener las ventas en unos niveles lo suficientemente altos como para preservar el actual margen de beneficio del 25%.
Fuente | Sean Mitchell
