El pasado año se ponía en marcha un enorme parque de baterías que Tesla instaló en el sur de Australia con el objetivo de dar electricidad de forma estable a los habitantes de una región que sufría apagones de forma constante. Ahora, Neoen (socio de Tesla en el proyecto, son los operadores del parque eólico que nutre de electricidad al conjunto de baterías Powerpack) ha realizado unos interesantes cálculos sobre los costes y la rentabilidad de este complejo.
La instalación tiene una potencia de 100MW y una capacidad de 129MWh, lo que le permite de momento continuar como la mayor del mundo de su clase. Una obra que se realizó en apenas 100 días, a riesgo de que de lo contrario Tesla asumiese el coste. Un coste que finalmente llegó a los 59 millones de euros al cambio.
Según la empresa operadora de la batería, esta ha logrado sólo en 2018 unos ingresos de 14.2 millones de euros. Algo que refrenda de forma gráfica y notable los argumentos de aquellos que han apostado por las baterías como una forma eficiente y económica de respaldo para las redes eléctricas, todo con una inversión que necesitará apenas cinco años para su amortización completa.
Una instalación que ha supuesto un duro golpe para las plantas de gas que hasta ahora ofrecían sus servicios como respaldo, pero a un precio de oro con tarifas de hasta 8.600 euros el MWh, y que han visto como un sistema mucho más económico y sostenible ha llegado para hacerse con el mercado.
Una alternativa de lo más interesante para una región como es Australia del Sur, muy dependiente de las intermitentes energías renovable, que hasta ahora vivía pendiente de las condiciones climatológicas y de los habituales apagones, y donde las baterías de respaldo combinados con la energía fotovoltaica se están extendiendo de forma notable también en aplicaciones residenciales.
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Fuente | NEOEN
