Los más veteranos recordarán el nombre de Aptera por ser una de esas startups que prometen el mundo, pero luego acaban en bancarrota. Ahora el fabricante americano está de vuelta en un segundo intento con un coche eléctrico de diseño «diferente», dotado de paneles solares, una extremada eficiencia, pero para sorpresa de todos, con un sistema de propulsión mucho más radical de lo que pensábamos.
Para demostrarlo, los responsables de la compañía han realizado una prueba de aceleración entre un Aptera, un Tesla Model 3, un Audi R8, y un prototipo del propio Aptera dotado de más potencia. Un test donde faltan muchos datos, como la versión del Tesla usada, o la potencia del prototipo del propio Aptera.
Pero no deja de ser sorprendente el resultado, donde el modelo de la startup logra dejar muy atrás al Tesla, y logra incluso adelantar en el último momento al Audi. Un modelo como recordamos tiene en su versión GT Spyder un total de 560 CV.
La cuestión es que incluso el Aptera con carrocería que parece un modelo menos prototipo y es la versión de pre-producción, también logra ganar al Tesla. Algo que nos avisa que estamos ante un proyecto con mucho más recorrido que el de lanzar una propuesta estrafalaria en lo estético, y eficiente. Es también un coche muy rápido.
Por supuesto, para el cliente tipo del Aptera el resultado de esta prueba es irrelevante, pero no deja de ser curioso como la evolución de los sistemas de propulsión está permitiendo a nuevos integrantes de la industria, poder diseñar productos pensados para la eficiencia, pero capaces de superar a los grandes motores gasolina. Y eso sin apenas nada de presupuesto.
Así será el Aptera: conducción autopilotada, hasta 1.600 km de autonomía…
De momento no se ha presentado la versión de producción, pero la que hemos visto hasta ahora destaca por su diseño, y por su amplia zona de carga que le permite incluso convertir con un accesorio el coche en una pequeña tienda de campaña, y eso a pesar de ser un modelo de apenas 4.37 metros de largo. Aspectos que si son interesantes para el cliente objetivo que además tiene un precio que podríamos decir razonable, 600 dólares.
Un modelo de pre-producción que cuenta con algunos aspectos por terminar de pulir, pero que permite asomarnos a cómo será su propuesta si logra esta vez llegar al mercado. Un coche eléctrico con hasta 1.600 km de autonomía gracias a su diseño extremadamente eficiente, que podrá contar con baterías de entre 25, 40, 60 y 100kWh, que sumada a su alta eficiencia, y la aportación de los paneles fotovoltaicos de su techo, consiguen que pueda viajar distancias extremadamente largas.
Unos paneles que serán sin duda uno de sus puntos diferenciadores. Una serie de 180 pequeñas celdas policristalinas flexibles se reparten por buena parte del cuerpo para recargar la batería y que ofrecerán entre 25 y 60 kilómetros extra por jornada, y que forman parte del equipamiento de serie, pero solo con paneles en el techo y la parte delantera, siendo un extra una extensión media de las placas, 600 dólares, o la extensión completa por todo el cuerpo que cuesta 900 dólares.
También parte del equipamiento opcional habrá un sistema de conducción autopilotado de nivel 2, que tiene un precio de 1.300 dólares y que incluye: seguimiento facial, mantenimiento de carril, crucero adaptativo y frenado de emergencia.
Una propuesta que además contará con diferentes configuraciones, con una versión inicial que contará con la batería básica de 25 kWh (400 km de autonomía) desde 25.900 dólares, la de 40 kWh, con 600 km de autonomía por 29.800 dólares, la de 1.000 km de autonomía o 60 kWh por 34.600 dólares, o la más capaz de 100 kWh y 1.600 km de autonomía por 44.900 dólares.
¿Demasiado bueno para ser cierto? Posiblemente, pero tal vez con su diferenciación respecto al resto de propuestas del sector, puede tener sus posibilidades, y que los interesados pueden reservar por 100 dólares, aunque no hay fecha para el inicio de las entregas.
