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La guerra en Ucrania ha desencadenado la revolución de las energías renovables en Europa

Mientras que a corto plazo además de una catástrofe humanitaria, económica y ambiental por el aumento de consumo de combustibles fósiles como el carbón, la agresión de Rusia a Ucrania ha podido según los expertos «pulsar el acelerador de forma definitiva a la instalación de alternativas como las fuentes renovables».

La amenaza del corte de suministro por parte de Rusia, al que ahora España puede sumar el temor al mismo problema pero con Argelia, está teniendo repercusiones a medio y largo plazo que supondrá un impulso a tecnologías que estaban siendo adoptadas, pero de forma desigual y sin una decisión total. Algo que la guerra parece que ha cambiado.

Una de estas señales llegan desde Reino Unido, que ha sido noticia por la búsqueda a corto plazo de alternativas al gas de Rusia con nuevas perforaciones. Pero al mismo tiempo la administración británica ultima un ambicioso plan para dar luz verde al mayor despliegue de energías renovables de su historia.

Así lo ha indicado un portavoz del gobierno de Boris Johnson a la CNN, donde ha indicado que la próxima semana se presentará la nueva estrategia energética que supondrá «meter el turbo» a sectores como la nuclear y las energías renovables.

Otro mercado enormemente expuesto al gas ruso es Alemania. Allí el gobierno adelantó su fecha límite para una transición completa a las energías renovables en su sector eléctrico en al menos cinco años, hasta 2035.

También han confirmado los alemanes otros megaproyectos, como la posibilidad de desarrollar un enorme conducto para traer hidrógeno verde desde Noruega y poder de esa forma reducir o minimizar la exposición al gas que procede de Rusia.

Por su parte Italia ha confirmado el inicio de conversaciones como estados como Argelia y Libia para la creación de grandes instalaciones solares que producirán y exportarán hidrógeno verde al país transalpino. Un mercado también muy expuesto al gas procedente de Rusia que ocupa casi el 50% del consumo.

Según Nikos Tsafos, un experto en energía del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales: “La guerra impulsará la transición energética europea. La mayoría de los líderes europeos entienden que la diversificación de los combustibles fósiles es un camino hacia una mayor seguridad

Por su parte Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (IEA) dijo el lunes que creía que la situación actual en Europa era la primera crisis energética verdaderamente global que enfrentaba el mundo, y podría dar forma a la energía global en los próximos años.

«Puede ser un punto de inflexión«, dijo Birol, y señaló que los gobiernos respondieron a la escasez de petróleo de la década de 1970 haciendo que los vehículos fueran más eficientes e invirtiendo en energía nuclear. «También tengo la esperanza de que al final de la primera crisis energética global, los países, no solo los estados, presenten nuevas políticas energéticas que aceleren las transiciones de energía limpia«.

Ahora queda por ver la velocidad de la expansión de las renovables en una UE y el Reino Unido tenían a finales de 2021 la capacidad de producir alrededor del 49% de su electricidad a partir de energías renovables, casi el doble por ejemplo de los Estados Unidos.

Un proceso que será doloroso, caro, pero que abre las puertas a un futuro donde la energía no será una forma de chantaje geopolítico, y donde además de menos emisiones, esta sea más económica.

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