Desde hace un tiempo hasta ahora, la estrategia de Porsche tiene tres caminos hacia el futuro: motores de combustión interna, híbridos enchufables y totalmente eléctricos. Los híbridos no enchufables existieron brevemente en su catálogo, siendo reemplazados por los e-Hybrid. Con el tiempo, los híbridos enchufables pasarán el testigo a los totalmente eléctricos.
Así lo explicó Oliver Blume, presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG, en una entrevista reciente concedida al medio alemán Bild am Sonntag: «Porsche apuesta por la movilidad eléctrica y los e-fuels». Con e-fuels Porsche se refiere a combustibles sintéticos, una forma de reemplazar la gasolina a partir de una combinación de energía renovable, aire y agua.
Porsche calcula que para el 2030 el 80% de sus ventas corresponderán a modelos totalmente eléctricos, lo cual sugiere que sus gamas SUV ya no dependerán de la combustión -es lo que más vende- y que habrá todavía ventas de modelos térmicos allí donde sea posible venderlos. En la actualidad el Porsche Taycan, que es totalmente eléctrico, se vende más que el mítico 911.
No obstante, el Porsche 911 tiene el mayor éxito comercial de su larga vida sobre las carreteras a lo largo de distintas generaciones. Más adelante llegarán versiones híbridas del 911, ya que las totalmente eléctricas siguen sin ofrecerse por la dificultad de empaquetar todo, tener buena autonomía y mantener el peso controlado. El 911 es más corto que el Taycan empezando por la obviedad de que es un dos puertas.
Porsche es consciente de que los vehículos térmicos no van a desaparecer del planeta, que hay más de 1.000 millones, y que van a seguir necesitando combustible. Para que las opciones sintéticas tengan sentido, han de producirse a nivel industrial y aprovechando los excedentes de generación eléctrica para que el consumo asociado a la producción sea «irrelevante».
«Si se hace a escala industrial, será posible alcanzar un precio inferior a 2 dólares por litro», aseguró Blume. En la actualidad sabemos a nivel psicológico lo que implica pagar el litro a 2 dólares o euros (actualmente ambas divisas cotizan a la par), pero no es lo mismo un uso habitual que el esporádico, y lógicamente a la clientela de Porsche pagar esos precios no le supone un destrozo al bolsillo.
Dicho de otra forma, los combustibles sintéticos no serían tanto una forma de mantener los motores térmicos funcionando indefinidamente con un bajo impacto ambiental, sino una forma no tan asequible para que sus modelos térmicos sigan circulando. No será el caso de Cayenne o Macan, pero desde luego la grandísima mayoría de los Porsche 911 fabricados, más de un millón de unidades desde los años 60, sigue en estado de circulación.
«Los combustibles sintéticos se pueden emplear como mezcla o solos, y su suministro se puede llevar a cabo en las estaciones de servicio actuales. Se trata de una opción para los propietarios de los vehículos existentes»
Oliver Blume, presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG
Aunque a largo plazo Porsche acabe siendo obligada a producir exclusivamente coches eléctricos, su apuesta por los combustibles sintéticos tiene más que ver con el parque ya existente que respecto a nuevos modelos. Porsche dejó hace mucho tiempo de ser un fabricante pequeño (menos de 10.000 unidades al año), así que tendrá que pasar por el aro como todos los generalistas y Premium de volumen.
Persisten las dudas de que los combustibles sintéticos acaben siendo una solución. A nivel de oferta puede que acaben llegando a 2 dólares/litro o menos, pero ¿qué pasa con la demanda? Nos tendremos de acordar de lo que pasó en 2022, cuando la demanda de petróleo era superior a la oferta por razones geopolíticas diversas, y los precios se comportaron como se comportaron.
