Tesla se encuentra enfrascada en el desarrollo del que probablemente sea su proyecto más ambicioso hasta la fecha: el de un coche eléctrico compacto que tendrá un precio de partida en Estados Unidos de unos 25.000 dólares. El esperado vehículo, de vocación global, podría costar menos de 30.000 euros (antes de ayudas) en Europa.
Elon Musk, CEO de la firma californiana, estima que este modelo se convertirá en el más popular de la gama con mucha diferencia, superando las ventas combinadas de los Model 3, Model Y, Model S y Model X. Teniendo en cuenta que en lo que va de año el Model Y se ha erigido como el automóvil más vendido del planeta (superando por el camino a pesos pesados como los Toyota Corolla y RAV4), esto son palabras mayores.
Las informaciones previas señalan que el benjamín de Tesla, conocido por la prensa como Model 2, será un crossover del segmento C. Por lo tanto, será rival de propuestas como el BYD Atto 3, el KIA e-Niro, el MG ZS EV o el Renault Scénic E-TECH, de los que se desmarcará por ofrecer unas tarifas mucho más bajas sin renunciar por ello a un suculento margen de beneficio.
¿Cómo logrará Tesla ofrecer un producto asequible pero enormemente rentable? Reduciendo costes de forma masiva. El propio Musk ha confirmado que el objetivo de sus ingenieros es lograr que la nueva plataforma cueste la mitad que la utilizada en los Model 3 y Model Y, que ya destacan por ser mucho más competitivos a nivel de costes que sus rivales.
El Tesla Model 2 aspira a convertirse en el coche más vendido del mundo, puesto que actualmente ostenta el Model Y
Tesla utilizará baterías LFP (litio-ferrofosfato), un pack estructural y grandes piezas de función en los subchasis delantero y trasero. Además, podemos esperar que emplee celdas en formato 4680. En un principio, el Model 2 se producirá en tres factorías diferentes: Giga México para Norteamérica, Giga Shanghái para China y una nueva planta que se ubicará en el sur de Europa.
Está confirmado que España, Francia e Italia son tres de los países que están compitiendo por hacerse con las instalaciones. En el caso concreto de nuestra región, la ubicación que está siendo considerada por la multinacional es Valencia, que ya cuenta con una fuerte industria auxiliar gracias a la fábrica de Ford en Almussafes y a la futura gigafábrica de baterías de Volkswagen en Sagunto.
