El C-HR ha sido uno de los grandes éxitos de Toyota en los últimos años. Consciente de que su llamativo diseño ha sido uno de los principales factores de su popularidad, la firma nipona ha redoblado su apuesta con la segunda generación del crossover, cuya estética resulta todavía más radical que la de su predecesor.
Desarrollado en Europa, donde también se fabricará, el Toyota C-HR adopta el nuevo lenguaje estético de la compañía. Sus agresivos faros en forma de «cabeza de martillo», muy similares a los del Prius de quinta generación, son sólo la punta del iceberg de un diseño que no dejará a nadie indiferente.
Techo, faldones, pilar C y zaga son de color negro, mientras que el frente y las puertas están pintados en contraste. Este llamativo esquema bicolor casa a la perfección con las angulosas formas del coche, cuyas puertas traseras en forma de pico recuerdan poderosamente a las del Aygo X Cross.
Este recurso, unido a la escasa superficie acristalada, le da un aspecto de «coupé». Los pilotos en forma de franja horizontal coronan una trasera en la que habría que destacar el alerón dividido en dos secciones. Para mejorar la aerodinámica, los tiradores de las puertas están encastrados. La oferta de llantas por su parte llega a las 20 pulgadas.
El renovado Toyota C-HR llegará a finales de año
Las dimensiones del vehículo no cambian demasiado (4,36 metros de largo, 1,83 metros de ancho y 1,56 metros de alto), siendo incluso algo más corto que el modelo anterior. En el habitáculo el protagonismo se lo lleva el sistema de infoentretenimiento Toyota Smart Connect, asociado a una pantalla táctil de 12,3 pulgadas. A nivel de equipamiento habría que mencionar la llave digital y el conjunto de asistentes a la conducción Toyota Safety Sense.
Su oferta de motorizaciones estará compuesta por cuatro opciones, todas ellas híbridas: 140H, 200H, 200H AWD-i y 220PH. Las tres primeras serán HEV (además, la tercera contará con tracción integral) y la última PHEV; es decir, híbrida enchufable. El modelo 140H empleará un motor 1.8 de gasolina capaz de rendir 140 CV y los 200H utilizarán un 2.0 de 198 CV.
En cuanto al 220PH, llegará a los 223 CV. Gracias al uso de una batería de 13,8 kWh, su autonomía eléctrica se situará en 66 km, si bien esta cifra todavía está pendiente de homologación. Una novedad de interés será la función Geofencing, con la que el coche podrá pasar automáticamente a modo eléctrico cuando entre en una Zona de Bajas Emisiones.
