Además de firmar importantes acuerdos de suministros, como por ejemplo con la china CATL, BMW ha apostado por continuar los trabajos con sus propias celdas. Unas baterías diseñadas para alimentar a la nueva generación de coches eléctricos de la marca alemana, que sus diseñadores indican que están a la cabeza de la industria.
Así lo ha indicado el director técnico de BMW, Milan Nedeljkovic, que en una entrevista con Autonews ha puesto sobre la mesa los importantes avances que han logrado con su diseño de baterías, que indica, superan en un 20% la densidad energética, y permiten ofrecer autonomías un 30% por encima de la actual generación.
Esto supone poder ofrecer autonomías por encima de los 800 kilómetros con cada carga, y además hacerlo con un tipo de celdas que aseguran, cuentan con hasta un 60% menos emisiones contaminantes en su producción que las actuales.
Una de las claves para el directivo de BMW, es que para lograr tener un vehículo competitivo, es fundamental conocer a fondo las características de las baterías, para encajar todas las piezas a la perfección. Algo que les ha llevado a desarrollar sus propias celdas.
Unas baterías que, al contrario que otros grupos, no fabricará en sus instalaciones. En lugar de esto, BMW optará por una estrategia intermedia, dejando la fabricación en manos de grupos como CATL o EVE Energy, que serán las que den forma a las baterías en sus gigafábricas.
En cuanto al diseño, BMW ha confirmado también que ha optado por un formato cilíndrico, en lugar del actual prismático.
Esto se debe a que este formato permite ofrecer soluciones de alta potencia y elevada densidad energética que requerirá la Neue Klasse de BMW, la próxima generación de coches eléctricos, que llegará al mercado en 2025.
Las nuevas celdas cilíndricas tienen un diámetro de 46 milímetros con una altura de 95 milímetros y 120 milímetros. Incluyen un mayor contenido de níquel y un menor contenido de cobalto en el lado del cátodo, así como un mayor contenido de silicio en el lado del ánodo.
Estas baterías tendrán que encajar en una arquitectura donde baterías, la transmisión y la carga superior a los 800 voltios. Entre otras cosas, esto permitirá optimizar el suministro de energía desde los puntos de carga ultrarrápidos, que pueden alcanzar una capacidad de carga mucho mayor con una corriente de hasta 500 amperios, reduciendo así el tiempo de carga del 10 al 80% hasta en un 30%.
A pesar de esto, BMW indica que ofrecerá a sus clientes la posibilidad de contar con diferentes químicas o capacidades, lo que les permitirá ofrecer productos de alta gama y precios más elevados, al mismo tiempo que cuenta con posibilidades menos potentes y más económicas, para los segmentos de acceso de la gama.
Un diseño que también ha tenido en cuenta la posibilidad de ser recicladas, y de esa forma se podrán recuperar hasta el 95% de los componentes de alto voltaje, reduciendo su huella de emisiones de forma sustancial a largo plazo.
Unas baterías que ya han comenzado su producción experimental en la planta de BMW de Parsdorf, de donde ya están saliendo celdas de 95 milímetros de alto, y 46 milímetros de diámetro, que se destinarán a las unidades de prueba de la próxima generación de coches eléctricos.
