La norteamericana Solid Power ha dado un salto adelante importante al confirmar durante la presentación de resultados del tercer trimestre, el envío de las primeras celdas con electrolito sólido a BMW para comenzar la fase de pruebas. Algo que acerca de forma importante esta prometedora tecnología a su fase comercial.
Como recordamos, en 2017 BMW iniciaba una inversión en Solid Power. Una colaboración a la que posteriormente se han unido otros grupos como Ford. Pero han sido los alemanes los primeros en recibir las primeras celdas de prueba justo antes de terminar el año. Pero la pregunta es cuándo llegarán a producción. Parece que habrá que esperar bastante.
Y es que el electrolito sólido se ha convertido en una de las grandes esperanzas para muchos. Pero una esperanza que se va diluyendo en el tiempo y que a pesar de las expectativas, todavía parece que faltan unos años para comenzar a verlas instaladas de forma masiva.
El electrolito sólido de sulfuro patentado por Solid Power ha permitido el diseño de una plataforma flexible de estado sólido, que permite altos contenidos tanto silicio como de litio en el ánodo. En relación al cátodo, permite emplear diseños que ya son comercialmente conocidos, incluidos los óxidos de litio, níquel, manganeso y cobalto (NMC).
La plataforma también puede utilizar cátodos de alta conversión de energía de bajo coste, cátodos que no son adecuados para arquitecturas de celdas de iones de litio u otras arquitecturas de base líquida. Combinados con un ánodo de litio, los cátodos de conversión podrían eliminar el cobalto y el níquel presentes en el cátodo por completo y podrían disminuir los costes derivados de los materiales activos del cátodo en un 90%.
Solid Power lleva desarrollando su producto de celda de ánodo de silicio de alto contenido desde 2017, habiendo producido celdas totalmente sólidas de hasta 2Ah (amperios hora). Para fabricarlas, ha estado utilizando equipos y procesos ya empleados en la fabricación de celdas de iones de litio.
Estas celdas de alto contenido en silicio tiene importantes ventajas, como una mejora del 30% en la densidad energética, así como compatibilidad con carga ultrarrápida. La eliminación de todos los líquidos y geles inflamables en la arquitectura de celdas de estado sólido también proporciona una buena estabilidad cíclica y una larga vida útil, prescindiendo de costosas nanoestructuras.
La gran pregunta es, además de los detalles de densidad energética, volumétrica, también el coste del kWh, y sobre todo, las fechas para su llegada. Pero teniendo en cuenta los plazos habituales en la industria de entre 12 y 18 meses para las primeras pruebas, muy posiblemente estemos hablando de que hasta finales de 2025 no habrá resultados, y entonces los fabricantes tendrán que decidir si dar el salto y comenzar su producción en masa. Algo que nos lleva hacia 2026-2027 para ver los primeros coches en la calle con estas baterías.
Fuente | Solid Power
