Las baterías de respaldo se han convertido en un aliado indispensable para un futuro donde las energías renovables serán la mayor parte de la producción eléctrica. Una de las primeras empresas en apostar fuerte a largo plazo ha sido una Tesla que está comenzando a recoger los frutos de su apuesta en una división que el propio Elon Musk ha indicado que llegarán a generar más ingresos que la división de coches.
El pasado año los ingresos de Tesla en su división de coches creció un 15%, mientras que la parte dedicada a los paneles solares y baterías, Tesla Energy, ha visto como sus cifras de ingresos aumentaban un 54%.
Los datos son muy interesantes y por ejemplo, las instalaciones llegaron a los 14.7 GWh, con un crecimiento del 125% interanual.
Durante la presentación de resultados del último trimestre de 2023, Elon Musk indicó su optimismo respecto al futuro de la división de energía de Tesla, para la que pronostica que en pocos años generará más ingresos que la de coches.
Un mercado todavía por desarrollarse, principalmente en lo relacionado con una producción que en el caso de Tesla tanto para las unidades residenciales, Powerwall, como las industriales, Powerpack, se realiza en la planta de Lathrop, California, con capacidad para sacar adelante unas 10.000 unidades cada año o unos 40 GWh.
Ahora, Tesla está ultimando la puesta en marcha de una nueva instalación en Shanghái, que entrará en funcionamiento a finales de este mismo año con también 40 GWh de capacidad anual.
El objetivo es que este año la tasa de crecimiento de ventas de baterías de respaldo vuelva a superar el crecimiento de la división de coches, pavimentando un camino en un mercado con todo el futuro por delante, y donde Tesla podrá aprovechar su visión y su posicionamiento para lograr como ha hecho con los coches, hacerse con una buena parte del mercado.
