El Gobierno modificará las etiquetas de la DGT. ¿Se le acabó el chollo a los híbridos?

El Gobierno estudia modificar el denostado sistema de clasificación ambiental de la DGT (Dirección General de Tráfico) a corto plazo. Los distintivos medioambientales se revisarán para que tengan en cuenta las emisiones de dióxido de carbono como criterio adicional (hasta el momento, las pegatinas se otorgaban en base a la norma Euro con la que se homologó el vehículo, además de su tipo de motorización).

Una enmienda transaccional de los grupos de Sumar, ERC, Bildu y BNG incluida en la Ley de Movilidad Sostenible da al Ejecutivo un plazo de 12 meses para presentar un informe con la revisión del sistema de etiquetas. A día de hoy, los vehículos se clasifican en base a cinco categorías: CERO (eléctricos puros, híbridos enchufables con más de 40 km de autonomía eléctrica y modelos de hidrógeno), ECO (híbridos, mild-hybrids, híbridos enchufables con menos de 40 km de autonomía en modo eléctrico y vehículos a GNC o GLP), C, B y sin pegatina.

El estudio será obra del trabajo conjunto de varios ministerios: el Ministerio del Interior, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, el Ministerio de Industria y Turismo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. También se realizará una consulta a las comunidades autónomas.

Al tener en cuenta las emisiones de dióxido de carbono como criterio adicional, es probable que muchos modelos pierdan el acceso a las codiciadas pegatinas CERO y ECO; eso sí, los cambios no serán retroactivos. Esto significa que la nueva clasificación afectará a los vehículos nuevos, no a los que ya están en circulación, algo que probablemente tranquilice a más de un conductor.

Los mild-hybrids e híbridos enchufables podrían ser los grandes afectados

Es posible que el cambio de criterio lleve a que los híbridos enchufables dejen de considerarse vehículos CERO. Algo similar podría ocurrir con los mild-hybrids, pues en la práctica, sus emisiones son similares a las de vehículos de gasolina o diésel equivalentes sin ningún tipo de hibridación; por lo tanto, el nuevo sistema de clasificación probablemente les asigne el distintivo C.

Estos cambios llevan años siendo demandados por las asociaciones ecologistas; sin embargo, los fabricantes hasta ahora se han mostrado en contra. Y es que más del 40% de las ventas de automóviles nuevos en nuestro país se corresponden con híbridos y mild-hybrids; además, si sumamos los modelos a gas y los híbridos enchufables, superan el 50%. En cualquier caso, una cosa parece segura: el nuevo criterio beneficiará enormemente a los eléctricos a baterías, que son los únicos sin emisiones directas.