Parecía que BMW se había convertido en una de las referencias dentro del sector del coche eléctrico. No había sido un pionero, pero si se había mostrado como una de las marcas con mayo proyección. Algo que apenas tres años después del lanzamiento de su primera propuesta se ha desinflado.
No sabemos si ha sido por las malas cifras económicas de sus modelos «i» que han querido ser tan revolucionarios que posiblemente sean mucho más caros de producir incluso que su elevado precio. Cuestiones como la fibra de carbono, que se produce en Estados Unidos, el principal mercado para los «i» según BMW, debe viajar a Alemania, donde son ensamblados los coches, que de nuevo deben viajar de vuelta a Norteamérica. Una locura logística.
La cuestión es que el entusiasmo inicial de BMW, que se hablaba de una familia de «i», parece que ha desaparecido. Al menos así lo indica Reuters, que citando al miembro del consejo de BMW, Klaus Froehlic, ha indicado que al menos hasta 2021 no lanzarán un nuevo modelo eléctrico.
La razón según el directivo alemán, es el poco atractivo logrado el BMW i3 entre el público. Las 25.000 unidades vendidas el pasado año en todo el mundo han estado muy por debajo de las expectativas. Incluso el Sr Froehlic indica que una de las razones podría ser el enorme éxito logrado por el programa de reservas del Tesla Model 3, con sus 373.000 unidades.
Es por eso que en vez de rivalizar con Tesla, los esfuerzos se centrarán en los modelos híbridos enchufables, y en la tecnología de conducción autónoma.
Una marcha atrás que hace tiempo que se intuía, con señales como la salida del núcleo del equipo encargado de desarrollar el BMW i3 y el i8, que se han marchado a un nuevo fabricante de coches eléctricos chino. Una señal de que posiblemente BMW se ha rendido en su lucha por competir de tu a tu con el resto de fabricantes que si se han lanzado a coger sitio en el segmento de los eléctricos.
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Vía | RT
