Los coches eléctricos sufren una gran devaluación en el mercado de ocasión. Tesla la excepción

El mercado norteamericano del coche eléctrico ha logrado un nivel de madurez importante. Las cientos de miles de unidades que cada año se han vendido, principalmente bajo el formato del leasing, ha provocado que cinco años después de la llegada de los primeros modelos, lo oferta sea amplia, y los precios cada vez más bajos.

Esto sumada a la evolución de la tecnología, ha provocado que algunos modelos hayan visto como su valor en el mercado de ocasión se han derrumbado muy por debajo de sus equivalentes con motor de combustión. Un efecto que se compara al que sufren la electrónica de consumo, con nuevos modelos con más potencia cada año.

Esta ha llevado los valores de algunos modelos a mínimos realmente importantes. Como ejemplo, el Nissan LEAF. Una unidad del 2013 mantendrá apenas un 22% de su valor inicial. Una cifra que se puede comparar con el entre 45 al 65% del valor de un modelo gasolina similar. Por su parte un modelo de primera generación, del 2011, apenas logra mantener un 11% de su valor original.

Una devaluación que tiene mucho que ver con la fuerte oferta en el mercado de ocasión, pero también con la degradación de unas baterías que han tenido muchos problemas, y que no ha tenido una respuesta contuendente por parte de Nissan.

Pero por supuesto, el caso del LEAF no es el único. También podemos ver casos como el del Ford Focus. La versión eléctrica del compacto americano logra apenas una diferencia de 1.400 dólares sobre el modelo gasolina después de tres años. Y eso a pesar del sobre coste de 20.000 dólares de la variante eléctrica.

Esto también afectará a otros modelos, como el BMW i3, que sufrirán el efecto de la pérdida de valor por culpa de la evolución de la tecnología. La llegada de los modelos de nueva generación, como el Chevrolet Bolt, Model 3…, hará que los actuales eléctricos pierdan todavía más valor en el mercado de ocasión, algo que bajará sus precios todavía más.

Tesla, la excepción

Pero entre esta dinámica hay una excepción. Tesla. Para desgracia de aquellos que están esperando al mercado de ocasión para hacerse con un chollo de Tesla, los precios en el mercado de segunda mano de los modelos del fabricante norteamericano se mantienen bastante altos.

Después de 3 años en el mercado, el Tesla Model S mantiene el 62% de su valor. Algo que para los expertos es anómalo al compararlo con el resto de modelos eléctricos en el mercado. Una situación que se explica por las actualizaciones constantes que Tesla envía de forma gratuita a sus clientes, y con la situación en el segmento de las berlinas de lujo y su amplia autonomía, menos susceptible de sufrir con la misma dureza la evolución de la tecnología.

También permite mantener unos precios elevados que la demanda siga siendo superior a la capacidad de producción. Tesla no cuenta con stock en sus tiendas, y todos los modelos deben ser encargados. Algo que también ayuda a mantener los precios altos.

Otro factor que permite mantener el valor es la red de supercargadores. Una red que logra acercar la experiencia de moverse en un coche eléctrico con la de un gasolina, por autonomía y tiempos de recarga. Algo sin comparación entre la competencia.

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Vía | Car&Driver