Hace unos días los responsables del fabricante japonés Mazda, indicaban que por fin habían dado luz verde al proyecto de lanzar su primer coche eléctrico al mercado. Un modelo que llegaría en 2019. Pero el mercado para entonces estará lleno de propuestas, y es por eso que desde Mazda parece que quieren abordar su tardía llegada de una forma algo diferente.
En el pasado Salón del Automóvil de Los Angeles, los responsables de Mazda han comentado a un grupo de periodistas que una de las posibilidades que hay sobre la mesa es la de lanzar una versión eléctrica dotada de un extensor de autonomía.
Una de las razones para optar por este sistema sería el de aspirar a lograr un importante número de ventas de su modelo. Algo impulsado por las nuevas leyes medioambientales de estados como California obligará a los fabricantes no sólo a contar con oferta en su catálogo, sino también a alcanzar una cuota mínima anual de ventas.[blocktext align=»center»]
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Entre las posibilidades que se abren está la de que por fin Mazda de uso a su motor rotatorio que tanto tiempo llevan probando. Un sistema que sobre el papel se movería con soltura en este tipo de aplicaciones, pero que hasta ahora no ha tenido su oportunidad por su elevado consumo de aceite y baja eficiencia cuando está conectado a la tracción. También podrían optar por usar su nuevo motor gasolina «SkyActiv» que tan buenos resultados a nivel de consumo parece estar ofreciendo. En el lado eléctricos encontraríamos un sistema que posiblemente proceda de Toyota, gracias al acuerdo tecnológico que hay entre los dos fabricantes japoneses.
El sistema eléctrico con extensor de autonomía se podría convertir al igual que sucede en BMW, en una opción del equipamiento. Una posibilidad que ampliaría el mercado de un modelo llamado a comenzar la transición de Mazda en la nueva era de la automoción eléctrica.
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Vía | Greencarreports
