Actualmente, Tesla se encuentra en una situación financieramente delicada. Están consumiendo efectivo a gran velocidad, entre otras cosas por la enorme inversión que se está realizando para sacar adelante la producción del Model 3, así como para continuar con la construcción de la Gigafábrica de baterías de Nevada.
Por ello, Tesla emitió el pasado jueves bonos avalados por el servicio de leasing de sus vehículos Model S y Model X. Los inversores han sido atraídos por la compañía ante la promesa de un retorno del 2,9% sobre los puntos de referencia en las porciones de menor calificación de la deuda, si bien algunos medios señalan que el carisma de Elon Musk a la hora de vender un producto también han tenido mucho que ver con el éxito de esta campaña de emisión de bonos.
Recordemos que un bono (en un contexto económico) es un título de deuda que se puede emitir, y que es utilizado tanto por Estados, como por empresas públicas y privadas.
No es la primera vez que Tesla recurre al mercado de bonos para obtener fondos. Originalmente la compañía esperaba recaudar 1.500 millones de dólares con su primera emisión de bonos, si bien finalmente terminó recaudand 1.800 millones de dólares, es decir, 300 millones de dólares por encima de las previsiones.
Con esta última ofensiva, que parece que ha sido también muy exitosa, los analistas de algunos medios creen que Tesla decidirá convertirse dentro de poco en una empresa que emita bonos de forma regular para financiarse, pues ha resultado ser una de las formas más eficaces hasta ahora. Teniendo en cuenta sus dificultades financieras, no parece una idea descabellada.
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Fuente | Bloomberg
