El mercado de China se ha convertido en una de las prioridades de los principales fabricantes. Un país que ha dejado la bicicleta para subirse en masa al coche, pero que ahora camina hacía nuevos tiempos donde además de seguir creciendo a nivel económico, se han propuesto que el parque móvil sea más limpio.
A la vista de estas circunstancias, marcas como Infiniti han visto la oportunidad para crecer, y además de forma muy importante. En los próximos cinco años la división de lujo de Nissan quiere multiplicar por tres sus actuales matriculaciones, y lo hará apoyándose en la electrificación como principal argumento.
Esto en la práctica supondrá pasar de las apenas 48.000 unidades logradas en 2017, a una cifra que ronde las 150.000 unidades. Todo un reto en un periodo donde entrarán en vigor las nuevas cuotas de ventas de coches eléctricos en China. Una normativa de la que Infiniti quiere sacar ventaja gracias a la larga experiencia de su empresa matriz, Nissan.
Desde el fabricante japonés quieren aprovechar esta dinámica, que se suma al gusto de los chinos por los modelos de gama alta extranjeros. Según el presidente de Infiniti, Roland Krueger, esto sumado al interés creciente en los vehículos eléctricos supondrá un gran potencial de crecimiento para la marca nipona.
El presidente de Infinti también ha confirmado los planes para que a partir de 2021 todos los nuevos modelos contarán con un sistema eléctrico, ya sea puro a batería o híbrido que usará el sistema e-Power de Nissan. Una especie de eléctrico con extensor de autonomía pero sin posibilidad de recarga externa. Un sistema que se ha convertido en un éxito en Japón.
Esto tendrá como objetivo que para 2025 más de la mitad de las ventas de Infiniti en todo el mundo estén protagonizadas por vehículos electrificados, ya sean eléctricos o híbridos.
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Vía | BI
