Cuando el pasado año Nissan presentaba en público la nueva generación del LEAF, muchos nos quedamos algo fríos por lo poco ambicioso de la propuesta. Un modelo que mejoraba significativamente muchos aspectos, como diseño, potencia, calidad interior, incluso añadía el fundamental cargador de Tipo 2. Un conjunto que sin embargo se ha visto empañado por una batería que ha sido sin duda la gran decepción.
Y es que cuando todos esperábamos ver dos versiones diferentes de batería, con una básica de 40 kWh y otra de amplia autonomía con unos 60 kWh, Nissan arrojó un jarro de agua fría al indicar que sólo lanzarían la de 40 kWh, mientras que la de mayor capacidad tendría que esperar hasta una fecha indeterminada, siendo su presentación en 2018, pero sus entregas posiblemente no arrancarán hasta primavera de 2019.
Añadir el principal problema de esta propuesta, y es que la batería no tiene refrigeración. Algo injustificable hoy en día que provoca no sólo seguramente repetir los elevados niveles de degradación de anteriores versiones, sino además jugar con desventaja en condiciones climatológicas adversas, como las del frío invierno.
La cuestión es que esto podría provocar que la vida útil de esta primera generación, a nivel de ventas, sea más fugaz incluso de lo que había previsto el fabricante japonés. Las primeras señales están ahí, y es que después de un excelente arranque de ventas en su primer mes en el mercado, provocado por la entrega de miles de unidades previamente reservadas, y la necesidad de dotar a las concesiones de unidades de demostración, las cifras ya empiezan a declinar.
Por ejemplo, en Japón en marzo el LEAF logró unos excelentes 2.997 unidades, que le permitían recuperar viejos laureles. Pero en abril la cifra bajó hasta apenas 874 unidades. Un mercado donde este modelo apenas tiene competencia. Otro de los países clave para el LEAF es Noruega. Allí ha tenido un arranque espectacular, colocándose como el turismo más vendido en marzo con 2.340 entregas. Pero en abril esta cifra bajó hasta las 1.210 unidades.
El otro mercado donde Nissan cuenta con muchas expectativas es Estados Unidos, donde ha conseguido arrancar sus ventas en abril con 1.500 unidades durante el mes de marzo, una cifra que declinó hasta las 1.171 unidades en abril.
Por supuesto hablamos de un periodo muy corto de tiempo para valorar si las ventas están creciendo, o retrocediendo. Marzo es un mes final de trimestre, lo que ayuda algo a las entregas. Pero es curioso que este descenso se produzca en mercados tan diferentes al mismo tiempo.
Está claro que según se acerque la fecha de presentación de la versión de 60 kWh del propio LEAF, que además de más autonomía se rumorea ya montará celdas LG refrigeradas, es posible que las matriculaciones se vean todavía más afectadas. Así como el desembarco de nuevas propuestas que llegan ya dotados de packs de mayores dimensiones y por lo tanto mejores autonomías. Una competencia que podría castigar duramente la poca ambición de Nissan con un LEAF que más que 2.0, se ha quedado en una versión 1.5.
