Con la llegada de los nuevos monoplazas de segunda generación, la Fórmula E va a vender 40 de sus vehículos de primera generación por entre 200.000 y 289.000 dólares. Todos los modelos serán idénticos, pues el monoplaza era estándar para todos los equipos, con la misma batería desarrollada por Williams, el sistema propulsor de origen McLaren, el chasis firmado por el especialista en competición Dallara…
Estos coches de carreras 100% eléctricos de primera generación cuentan con unas baterías de 28 kWh de capacidad. Por ello, en cada carrera había dos coches por piloto, pues a mitad de la prueba había que cambiar el vehículo por otro que estuviera completamente cargado. Este es uno de los puntos que se consigue mejorar con la segunda generación, pues las baterías durarán toda la carrera.
Los monoplazas a la venta tienen una potencia de 270 cv en modo clasificación, mientras que para las carreras quedaban limitados a 180 cv. Los nuevos monoplazas llegarán a 335 cv, por lo que la mejora es considerable. Sin embargo y a pesar de esta limitación de la potencia, los modelos de primera generación disfrutan de un bajo peso gracias a su ligero chasis en fibra de carbono: pesan apenas 800 kg (de los cuales 200 kg son de las baterías), y pueden hacer el 0 a 100 km/h en apenas 3 segundos. La velocidad punta es de 225 km/h.
Si bien se espera que la mayor parte de los coches sean comprados por coleccionistas, no se descarta que equipos privados o incluso compradores particulares se hagan con una unidad. Esto abre la puerta a que podamos ver a estos interesantes vehículos en otras competiciones, demostrando su potencial al poder participar en pruebas de lo más diversas.
De hecho, algunos medios ya especulan con la posibilidad de poder conocer de forma más precisa las prestaciones de estos modelos, pues hasta ahora estaban limitados a los angostos circuitos urbanos de la Fórmula E. ¿Podrán superar los 225 km/h? ¿Cuánto durarán sus baterías en otro tipo de trazados? Sin lugar a dudas, será interesante ver el rendimiento que consiguen estos coches fuera de su «entorno natural».
No queda claro si los coches se subastarán, o si los interesados en los coches tendrán que ponerse en contacto con la organización para hacer una oferta por ellos. Con todo, esperamos que este movimiento permita que en los próximos meses algún medio especializado pueda realizar una prueba a fondo con uno de los vehículos a la venta.
Fuente | Jalopnik
