A pesar de su presencia internacional, actualmente Suzuki es un fabricante de pequeñas dimensiones si lo comparamos con grandes grupos como Toyota, Volkswagen o la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. A pesar de todo, la marca japonesa tiene un gran valor estratégico, pues domina con claridad el mercado indio de la mano de su filial Suzuki Maruti, y cuenta con productos de reconocido prestigio internacional como los Swift y Jimny.
Sin embargo, la empresa necesitará de un aliado para poder cumplir con las próximas regulaciones ambientales de la Unión Europea, pues su media de emisiones es bastante elevada debido al todoterreno ligero Jimny, y la empresa no cuenta ni con una tecnología eléctrica lo suficientemente madura ni con los recursos necesarios para desarrollarla por sí misma de forma rentable.
En este contexto entra en juego su recién anunciada alianza con Toyota, conocida por su dominio en el mercado de los híbridos. Ambas empresas cooperarán a largo plazo mediante una alianza de capital (Toyota se quedará con 24 millones de acciones ordinarias emitidas por Suzuki por valor de 820 millones de euros, lo que equivale a un 4,94% de la compañía; mientras que Suzuki se hará también con cierto número de acciones del gigante japonés). El intercambio de acciones, similar al realizado en su momento entre la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y Daimler (Mercedes-Benz), está a la espera de ser aprobado por las autoridades japonesas.
Este acuerdo ha sido cocinado a fuego lento durante tres años, en los cuales ambas compañías han realizado numerosos análisis internos hasta llegar al trato final, que se cerró esta misma semana. Si bien los contactos entre los dos fabricantes se iniciaron en octubre de 2016, no ha sido hasta principios de este año que las empresas han comenzado a suministrarse mutuamente diferentes productos (por ejemplo, ahora Toyota ofrece en la india el modelo Glanza, que no deja de ser un simple Suzuki Baleno relogotipado).
Ambas compañías colaborarán en el campo de la conducción autónoma, así como en la electrificación, pues las dos compartirán su desarrollo y producirán componentes de forma conjunta para reducir los costes de su tecnología. Además, este acuerdo contempla que Suzuki pueda vender en Europa sendos modelos derivados de los Toyota Corolla y RAV4 híbridos, con los cuales podrá cumplir con las nuevas normativas de emisiones. Suzuki por su parte aportará su know-how en materia de coches pequeños.
Fuente | Motor.es
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