La marca sueca Koenigsegg acaba de presentar su primer modelo de cuatro plazas, el Gemera. Definido como el primer «mega-GT» del mercado, este híbrido enchufable combina un propulsor de gasolina tricilíndrico y tres motores eléctricos para lograr un total de 1.727 cv de potencia, lo que le da unas prestaciones dignas de un hiperdeportivo.
El motor gasolina de tres cilindros es un 2.0 sobrealimentado equipado con un sistema sin árboles de levas desarrollado por la propia Koenigsegg; además, puede funcionar tanto con gasolina como con etanol o incluso metanol (con dichos combustibles tiene unas emisiones neutras). La potencia de este propulsor por sí mismo es de 608 cv, mientras que la suma de los motores eléctricos da la anteriormente mencionada potencia de 1.727 cv y 3.500 Nm de par.
El pack de baterías de 13,3 kWh le permite alcanzar una autonomía en modo 100% eléctrico de 50 km por carga, pudiendo superar los 300 km/h sin intervención del motor térmico. El coches es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en apenas 1,9 segundos, con una velocidad máxima de 400 km/h utilizando todos sus propulsores combinados.
El sistema eléctrico del modelo es de 800 voltios, siguiendo el ejemplo de automóviles 100% eléctricos como el Porsche Taycan. Otros avances interesantes de este vehículo son las ruedas traseras direccionales (una solución cada vez más común entre los coches de altas prestaciones) y el sistema de vectorización de par, ya visto en modelos de Rimac o incluso en el Hispano Suiza Carmen.
Como no podía ser de otra forma en un Koenigsegg, el chasis está realizado en fibra de carbono; además, a pesar de su configuración de cuatro plazas el vehículo mantiene las clásicas puertas de apertura vertical tan características de la marca sueca. Incluso su línea lateral recuerda a la de algunos modelos de motor central de la compañía, si bien bajo la piel todo es diferente.
Por dentro nos encontramos con cuatro plazas individuales, cada una de ellas diseñada para ofrecer el mismo espacio y nivel de comodidad que las demás. La fibra de carbono y el color amarillo se dan la mano en un habitáculo en el que podemos encontrar elementos como una instrumentación digital o una pantalla táctil en formato horizontal que recuerda poderosamente a la del Tesla Model 3 por la ausencia de marcos. En total se fabricarán 300 unidades de este vehículo, y se espera que su precio se sitúe entre 1 y 2 millones de euros.
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