El primer coche eléctrico de Porsche, el Taycan, se ha convertido con rapidez en uno de los modelos más exitosos de la firma alemana. Esta berlina ejecutiva (segmento E), situada por debajo del Panamera dentro de la gama del fabricante, es solo el primer paso de la ambiciosa estrategia de electrificación que acometerá Porsche en los próximos años.
Sin ir más lejos, el año que viene se revelará la segunda generación del SUV Macan, que pasará a venderse exclusivamente como eléctrico. Tras él se espera que también se electrifiquen los Cayanne y Panamera, e incluso se está estudiando que el deportivo 718 Cayman/Boxster cuente con una variante de este tipo en su próxima encarnación.
El único modelo que por el momento no seguirá los pasos del resto de la gama será el icónico 911, el corazón de Porsche. De acuerdo con Oliver Blume, máximo responsable de la marca, el desarrollo de un 911 eléctrico sería casi imposible de amortizar, pues sería un vehículo de producción limitada al que habría que adaptar todo el tren motriz a su peculiar configuración mecánica (es «todo-atrás»; es decir, tiene el motor «colgado» tras el eje posterior).
Sin embargo, Blume reconoce que un posible Taycan Coupé sí que tendría más posibilidades de prosperar. Este modelo, que todavía no ha recibido luz verde, se convertiría en una suerte de alternativa eléctrica al 911; no en vano, el Taycan bebe directamente del diseño del icónico deportivo, en cuya característica trasera se inspira de forma clara.
El Coupé, que en un principio debería ser algo más corto que el modelo estándar, sería la cuarta carrocería de la gama Taycan tras los sedán, Sport Turismo (familiar) y Cross Turismo (crossover). Algunos rumores también han apuntado con anterioridad a la posibilidad de que Porsche lance una variante Targa (parcialmente descapotable) del Taycan, lo que lo convertiría en un verdadero «peligro» para el 911, que hasta el momento es el único modelo de Porsche con dicho tipo de carrocería.
Por el momento no parece que el Taycan Coupé sea una prioridad para Porsche, por lo que posiblemente hasta mediados de década no lo conozcamos. Sin embargo, sí que asistiremos a la progresiva e irreversible electrificación del fabricante, la cual, tarde o temprano, terminará afectando al 911… a no ser que Porsche decida discontinuarlo una vez los motores térmicos dejen de ser viables.
Fuente | Motor.es
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