Giga Berlin ya funciona y produce coches, y poco falta para que ocurra lo mismo en Giga Austin, la planta del Estado de Texas. Antes de la inauguración oficial de la cadena de montaje habrá una fiesta y posterior sarao por todo lo alto con miles de personas. En Grünheide hubo Giga Fest, y en Austin habrá otro Giga Fest. La fecha, 7 de abril entre las 16:00 y las 23:30, hora local.
El Condado de Travis ha dado su aprobación administrativa para la celebración del evento, que contará con la asistencia de 15.000 personas bajo invitación. Como en otras ocasiones, el Giga Fest implicará visitas guiadas a la fábrica, comida, bebida y espectáculo musical en directo. Incluso habrá fuegos artificiales cuando caiga el sol.
Pero como Tesla despierta tanto admiración como rechazo, los aguafiestas se oponen a la celebración del festival. Antes de que el Condado de Travis diese su autorización, se escucharon alegaciones de quienes no querían que se celebrase el Giga Fest, al menos no tan pronto.
Por ejemplo, el activista Paul DiFiore argumentó que la celebración de la fiesta no equivale a un compromiso con la comunidad local: «Les urjo a considerar el rechazo de este permiso y forzar a Tesla a retrasar su celebración hasta que empiece a tratar a la comunidad del este del Condado de Travis como más que fuerza laboral para Elon Musk, es decir, como vecinos y socios».
La llegada de una fábrica de esas dimensiones siempre impacta en la economía local. Aunque los trabajadores de escalas inferiores ganen un sueldo correcto en relación a otras industrias similares, la llegada de perfiles profesionales muy especializados, con buenos salarios, acaban teniendo un efecto inflacionista en viviendas y alquileres. De eso saben mucho en San Francisco, por ejemplo.
Puede que la celebración del Giga Fest tenga algunos efectos indeseados, como contaminación del agua, generación de basura, problemas de tráfico o ruido. Como en cualquier evento multitudinario como puede ser un espectáculo deportivo, un concierto o un festival de distinta naturaleza. Y como escribió Goethe: «[…] Pero sus estridentes ladridos […] Solo son señal de que cabalgamos».
Fotografía de cabecera: Jeff Roberts (@peterdog15)
