El huracán Ian ha pasado por Florida arrasando todo a su paso con vientos sostenidos de hasta 250 km/h, lo que le convertían en un gran huracán de categoría 4 y lo colocaban cerca del umbral de una huracán de categoría 5. Una fuerza de la naturaleza que ha provocado también la subida de las aguas del mar. Pero en medio de un apagón casi generalizado, una vivienda ha logrado mantener su suministro eléctrico gracias a las dos Powerwall de Tesla que han continuado su trabajo a pesar de pasar horas bajo el agua.
Así lo han mostrado en unas imágenes donde podemos ver como las marcas del paso del agua muestran que las dos baterías instaladas en esta vivienda han estado bajo el nivel de las aguas, algo que según indican sus propietarios, no ha afectado a su funcionamiento.
Algo donde ha ayudado su calificación IP67, que como vemos en este caso ha funcionado a la perfección en un caso bastante extremo.
En las fotos podemos observar además como ha sido de fuerte el paso del huracán, que ha movido incluso barcos y arrancado árboles. Un evento que según el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, «puede que sea el huracán más mortal que haya pasado nunca por el estado«.
Una situación que el algoritmo de las baterías ha anticipado iniciando el «modo huracán» que ha supuesto la carga de la batería al máximo antes de la caída del sistema eléctrico. Una caída que permanece a estas horas y donde los clientes con baterías han logrado mantener el suministro de sus viviendas.
¿Y cuánto soporte nos dará una Powerwall? Pues otro usuario ha compartido también una imagen de su sistema donde vemos que también ha entrado en marcha el modo huracán, Lo que le ha permitido llegar a la caída del sistema con la carga de su batería al 100%.
Una carga que en el momento de compartir la imagen aportaba el 100% de las necesidades de la vivienda por el colapso de la red eléctrica. Una Powerwall que con sus 13.5 kWh útiles estima una autonomía para la vivienda de 8.1 horas según vemos en la imagen.
En este caso si vemos que hay una instalación solar, lo que en la práctica permitirá a la vivienda poder mantener el suministro sin problemas hasta que regrese la energía de la red.
