Carlos Tavares, CEO del grupo Stellantis, cree que la exención a los combustibles sintéticos que Alemania ha forzado sobre la Unión Europea para permitir que los modelos que utilicen este tipo de carburantes no se vean afectados por la prohibición de vender automóviles térmicos nuevos a partir de 2035 tendrá unos resultados caóticos.
El ejecutivo señala que los e-fuels serán una buena solución para descarbonizar los 1.400 millones de coches no eléctricos que estarán en circulación para mediados de la década que viene. Por este motivo, Stellantis está estudiando su compatibilidad con 28 familias de motores Euro 6.
Sin embargo, Tavares cree que la exención para vehículos nuevos socava las regulaciones previamente establecidas y las inversiones realizadas para la implantación del coche eléctrico a baterías, añadiendo todavía más confusión e inestabilidad al proceso de transición. «El primer escenario es que [los e-fuels] no rompan ningún paradigma [es decir, que no puedan demostrar su neutralidad de carbono o que no resulten competitivos a nivel de costes]. Entonces estaremos a salvo y seguiremos impulsando los vehículos eléctricos.
El segundo escenario es que sí los rompan. ¿Qué hacemos entonces? ¿Qué ocurre si a alguien se le ocurre un gran avance y encuentra una manera de reducir enormemente los costes de producción de los combustibles sintéticos? Para ejecutar la estrategia [de electrificación] actual se necesitan 20 años. ¿Cuál es la probabilidad de que dentro de una ventana de tiempo de 20 años nadie venga en paralelo con un gran avance diciendo ‘encontré algo que tiene un coste mucho menor para la sociedad, un resultado mucho mejor para el planeta y es mucho más fácil de ejecutar?'»
Tavares cree que la nueva regulación socava los esfuerzos de la industria por electrificarse
Tavares afirma que Stellantis no tendrá problema en electrificarse a toda velocidad y demostrarle al mundo que es «el mejor fabricante de vehículos eléctricos». En cuanto a los combustibles sintéticos, el grupo dejará que las partes interesadas demuestren si son una alternativa verdaderamente neutra en carbono y si sus costes pueden resultar lo suficientemente bajos.
«Es gracioso, porque, ¿qué dicen los políticos? Han pasado inmediatamente a decir que [los e-fuels] son un combustible de ricos. Esa es una comunicación muy atractiva porque si dices que son solo para los ricos, todos dirán: ‘Oh, está bien, no nos importa, son solo para ricos’. ¿Qué pasa si hay un gran avance? ¿Qué haremos con las gigafábricas [de baterías]?
¿Qué hacemos con toda la transformación [hacia la electrificación] que venimos haciendo como industria, quién va a pagar eso? Estoy preocupado por la sociedad, estoy preocupado por Europa, estoy preocupado por el mundo occidental«.
Fuente | Autocar
