Los fabricantes japoneses Honda e Isuzu han anunciado hoy un acuerdo de colaboración a raíz del cual desarrollarán conjuntamente camiones de hidrógeno. Honda será la encargada de suministrar los sistemas de pila de combustible, estando previsto que las primeras unidades lleguen al mercado a lo largo del año 2027.
Isuzu, especializada en vehículos comerciales e industriales, cree que esta tecnología será clave para lograr la neutralidad de carbono en el transporte pesado, ya que los camiones de larga distancia deben transportar cargas pesadas durante jornadas prolongadas en las que además será necesario realizar repostajes rápidos.
Ambas compañías ya firmaron un primer memorando en enero de 2020 para investigar el uso de pilas de combustible en camiones pesados y establecer una base técnica para sus futuros proyectos. De acuerdo con su actual cronograma, las pruebas de los primeros prototipos en la vía pública comenzarán en los próximos diez meses.
«En el futuro, las dos compañías aprovecharán sus respectivas fortalezas y acelerarán el desarrollo de camiones pesados propulsados por pilas de combustible que sean limpios, silenciosos y con pocas vibraciones. Esto contribuirá al cambio hacia la energía limpia por parte de toda la industria, incluidas las empresas de logística«.
Honda lanzará una versión de hidrógeno del CR-V el año que viene
Esta alianza recuerda a la anunciada recientemente por Toyota Motor Europe y el fabricante holandés VDL para desarrollar y fabricar camiones de hidrógeno. Al igual que Honda con Isuzu, Toyota será la encargada de suministrar las pilas de combustible a VDL, pues se trata de un campo en el que las marcas japonesas cuentan con una amplia experiencia.
Es interesante señalar que, mientras que Toyota cuenta con turismos de hidrógeno en su oferta (el Crown Sedan y el Mirai), Honda discontinuó su Clarity FCEV en 2021. Sin embargo, la firma nipona planea reintroducirse en esta categoría el año que viene de la mano de una versión con pila de combustible del popular CR-V, que recientemente recibió su sexta generación.
A pesar de todo, Honda y Toyota son conscientes de que el impacto de los coches de hidrógeno será mínimo a corto y medio plazo; de hecho, la primera aspira a que el 40% de sus ventas a nivel mundial se correspondan con eléctricos a baterías para finales de la década. El panorama posiblemente sea diferente en el sector del transporte pesado, donde todavía no está claro qué solución se impondrá.
