Hace unas horas Ford ha confirmado que había llegado a un acuerdo para la venta de su fábrica de Saarlouis, Alemania. Una instalación que en 2025 dejará de funcionar al seleccionar el fabricante americano a Valencia para la producción de sus futuros coches eléctricos. Ahora la gran pregunta es quién ha comprado esta instalación, y todas las miradas apuntan hacia China.
Y es que los grupos del gigante asiático están en plena fiebre expansionista de la mano de una gama de coches eléctricos cada vez más ambiciosa y competitiva, y que ahora buscan emplazamientos para acercar la producción y reducir costes logísticos y sortear posibles barreras arancelarias.
Uno de los nombres que más fuerte están sonando es BYD. El gigante chino estaba en todas las papeletas. Pero hace unos meses los directivos del fabricante asiático indicaron que estaban interesados más en levantar una fábrica nueva que tomar las riendas de una ya construida.
Según la prensa alemana, BYD no parece estar entre los candidatos, aunque tampoco se ha descartado al 100% ya que la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li, ha indicado en una entrevista con el diario Reuters, que buscan levantar no sólo una instalación, sino hasta dos plantas en Europa.
Entre la prensa germana se comenta que hay dos fabricantes chinos, que describen como «algo más pequeños que BYD» que estarían interesadas en la planta de Ford.
Una de ellas, y entrando ya en el terreno de la especulación, podría ser Great Wall. Un grupo que cuenta con marcas como Wey, Haval TANK y Ora, que ya está implantada en Europa, que en su conjunto cuenta con una producción anual de algo más de 1 millón de coches.
Se trata de uno de los grupos con mayores expectativas de crecimiento en el exterior y sus características encajarían bastante bien con la planta de Ford.
Otro de los nombres propios que están dando más que hablar en los últimos meses es el Grupo SAIC. Esta cuenta con marcas ya establecidas y que están logrando grandes éxitos en Europa, como MG, pero también otras que con menos ruido también están ya entre nosotros, como Maxus.
SAIC cuenta con numerosas plantas de producción en China, incluyendo la fábrica de Chongqing, Liuzhou, Qingdao, Shanghái, Shenyang y Yantai. También cuenta con una fábrica en el Reino Unido, la planta de Longbridge, donde se ensamblan los modelos de MG. Unos modelos que debido al fuerte crecimiento necesitarán un refuerzo que además evite los problemas del Brexit.
Unas negociaciones que se llevan en el más absoluto secreto en cuanto al nombre del posible comprador, y que según las autoridades locales, se hace para evitar que una filtración pueda terminar con las conversaciones.
Y es que en juego hay el trabajo de miles de empleados, así como la creación de 2.500 nuevos puestos, que dependerán de un fabricante que casi todas las quinielas apuntan a que llegará de China, y que se establecerá en el corazón del automóvil de Europa.
