La semana pasada nos hacíamos eco de la noticia de que Volkswagen planea llevar a cabo una reducción de plantilla en su planta de Zwickau, donde actualmente se producen los Audi Q4 e-tron y Q4 Sportback e-tron, CUPRA Born y Volkswagen ID.3, ID.4 e ID.5, debido a que la demanda de su gama eléctrica no está cumpliendo con las expectativas.
Este no será el único centro alemán en sufrir las consecuencias de la crisis interna que arrastra el fabricante, pues como parte de la estrategia de reducción de costes impulsada por su CEO, Oliver Blume, Volkswagen pondrá fin a la producción de automóviles en la Gläserne Manufaktur de Dresde, su icónica factoría de cristal.
Este complejo, que se inauguró a finales de 2001, produjo durante casi década y media el buque insignia Phaeton. A día de hoy se encarga de ensamblar el ID.3, si bien su capacidad es muy reducida comparada con la de Zwickau, ya que el año pasado apenas salieron de sus líneas 6.500 unidades del compacto eléctrico.
Aunque Dresde dejará de fabricar automóviles, la planta seguirá operando y sus 300 trabajadores recibirán otras funciones todavía por especificar. El coste operativo anual de la Gläserne Manufaktur es de 60-70 millones de euros, por lo que finalizar la producción de vehículos permitirá al conglomerado ahorrar aproximadamente 20 millones de euros al año.
Volkswagen se resiente en China y Europa
Blume aspira a ampliar el margen de beneficio de Volkswagen al 6,5% para 2026, un objetivo que algunos analistas consideran poco ambicioso si se tiene en cuenta que su principal rival en Europa, Stellantis, ha sobrepasado ya el 13%. Renault por su parte ha sido capaz de revertir la precaria situación en la que se encontraba en 2020 y ya roza el 8%.
Recientemente, Volkswagen fue superada por BYD como la marca más vendida de China, algo debido en gran medida a la fría acogida que está recibiendo su gama ID. Una situación que podría revertirse tras las últimas bajadas de precio anunciadas para los ID.3 e ID.4, ya que los primeros indicios apuntan a que esta medida se ha traducido en un importante incremento en su demanda.
En Europa, las esperanzas del grupo están depositadas en el proyecto Small BEV, una familia formada por cuatro coches eléctricos del segmento B (los utilitarios CUPRA Raval y Volkswagen ID.2, así como sendos SUV para Skoda y Volkswagen) con un ambicioso precio de partida de 25.000 euros. Su lanzamiento está programado para mediados de 2025.
Fuente | Automotive News Europe
