Aunque las autonomías son cada vez más amplias, y la red de carga más extensa, los grandes viajes con un coche eléctrico pueden ser igualmente un reto desde diferentes puntos de vista. Para ofrecer una alternativa, un grupo de investigadores proponen adaptar los sistemas de transporte de vehículos en tren para poder llevar coches eléctricos, y que estos carguen en el recorrido.
De esa forma, los interesados podrían por ejemplo, completar el desplazamiento desde su ciudad hasta la estación del tren más cercana, subir su coche al vagón, y llegar al destino con la batería de nuevo cargada.
Pero algo que parece bastante sencillo, tiene importantes retos técnicos por superar, y aquí es donde entra en juego el proyecto RailCharge, de la Universidad Tecnológica de Graz.
En él, los investigadores trabajan en la posibilidad de combinar los viajes en tren y los coches eléctricos en viajes más largos, como los viajes a nuestro destino de vacaciones. La idea es básicamente utilizar el tren para cargar los coches eléctricos mientras transportan. Esto mantendría la flexibilidad y la individualidad de un automóvil eléctrico en el inicio y el destino, pero resolvería el problema de la autonomía.
Según los responsables del proyecto, esta combinación daría como resultado una serie de ventajas: en la mayoría de las rutas, el tren es más rápido que un coche y los coches eléctricos transportados se cargan a través del sistema de gestión de energía del tren, que se alimenta de su propia red eléctrica. Algo que en la práctica reduciría el impacto de la carga de los coches en la red pública.
Además, el proyecto indica que la suma de la resistencia al rodamiento y al aire por tonelada kilométrica o por pasajero, también es mucho más eficiente en tren que en coche.
El objetivo del proyecto no es proponer el transporte de todo el tráfico de coches eléctricos en tren, sino usar lo mejor de cada mundo.
Gracias a este formato, por un lado los clientes tendrían la seguridad de llegar a su destino, y además con una carga bastante elevada. Por el otro, se aliviaría la afluencia a los puntos de carga públicos durante las fechas más señaladas, como las operaciones salida y regreso de vacaciones, ya que estos coches no tendrían apenas que acudir a los puntos públicos.
Cargar el coche eléctrico en el tren: los retos
Sin embargo, cargar un coche eléctrico en un tren tiene algunos retos por superar, y necesitaría algunos ajustes en los vagones.
Según los investigadores del proyecto RailCharge, la gestión energética del tren debe adaptarse a los niveles de tensión y frecuencias de la tecnología de las estaciones de carga. Además, el coche eléctrico y la fuente de alimentación del tren deben acoplarse mediante conexiones especiales, ya que las vibraciones durante el viaje en tren podrían tener efectos negativos en las tomas de carga.
Para solucionarlo, los investigadores están desarrollando unas conexiones especiales para este tipo de aplicaciones, que se encuentran en la parte inferior del vehículo, que permite tirar un cable sin ocupar la zona por donde caminan los operarios.
Otro reto a superar seria el de transportar vehículos en trenes a alta velocidad. Una alternativa con gran potencial ya que permite completar viajes de una forma mucho más rápida que en coche, lo que sería ya de por si un importante incentivo, pero que se enfrenta al problema de la presión del aire en los cristales de los coches cuando estos entran en un túnel a 300 km/h.
Para evitar la rotura de las lunas, los investigadores proponen el diseño de vagones cerrados, que además mejorarían el coeficiente aerodinámico del propio convoy.
Para determinar qué ajustes serían factibles y compatibles con los estándares y certificaciones actuales en el sector ferroviario, los científicos de la Universidad Tecnológica de Graz están trabajando con las empresas SSC Railtech y Rail Competence and Certification. Ambos tienen experiencia en el desarrollo de diseños de vagones y soluciones de carga, lo que facilita el desarrollo de conceptos realistas y factibles.
