Si hace poco Opel aconsejó a sus distribuidores que durante un tiempo no tomaran más pedidos del Ampera-e, debido a que la fuerte demanda no se veía atendida porque llegaban muy pocas remesas desde Estados Unidos, ahora el modelo sufre un nuevo revés al ver aumentado su precio en 4.700 euros en Noruega, su primer mercado, mientras que en Holanda la cifra asciende a los 5.700 euros.
Este aumento de precio hace todavía menos competitivo a un modelo que si bien destaca por sus brillantes prestaciones (su batería de 60 kWh LG le otorga 380 km de autonomía bajo el ciclo WLTP, lo que combinado con un motor de 200 cv da como resultado un eléctrico realmente interesante), no ha conseguido despegar en el Viejo Continente debido al poco interés de General Motors en su fabricación, que ha centrado todos sus esfuerzos en su gemelo estadounidense Chevrolet Bolt, el modelo eléctrico más vendido de este mes en Estados Unidos y el segundo en lo que va de año.
Esta situación se debe a la reciente venta de Opel por parte de General Motors al grupo PSA Peugeot-Citroën, los cuales hace poco anunciaron que el Ampera-e no tendría cabida en los futuros planes de electrificación de la marca alemana. Queda claro que el modelo queda huérfano de apoyos más allá de la propia Opel, la cual no puede controlar su producción ni decidir su continuidad.
Según el portavoz de Opel, la decisión de aumentar el precio del Ampera-e ha sido tomada por General Motors. Lo peor es que dicho aumento no solamente afectará a los nuevos pedidos, sino que también se aplicará a aquellos que ya hayan sido tramitados. Una medida que probablemente cause una oleada de cancelaciones, seguramente el efecto buscado por la compañía americana. Esta campaña anti-ventas podría deberse a que GM no obtiene suficientes beneficios de su asociación con Opel, buscando terminarla definitivamente.
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Fuente | InsideEVs
