Esta semana la nueva dirección de Opel presentará la estrategia de reorganización de la marca ahora propiedad del grupo francés PSA. Un plan donde se esperan novedades importantes respecto a los futuros lanzamientos de marcas como Opel, Citroën y Peugeot en el sector del coche eléctrico.
Entre los puntos que esta semana ha confirmado el presidente del grupo, Carlos Tavares, está que los nuevos modelos se basarán en una arquitectura diseñada para ellos, y que contarán con propuestas eléctricas e híbridas enchufables. Un despliegue que debería comenzar a lo largo de 2019.
Pero sin duda lo más importante es que Opel parece que finalmente desenchufará al Ampera-e. Un modelo que según Tavares, no jugará ningún papel en la próxima generación.
Una mala noticia que han justificado dentro de un proyecto de reestructuración de Opel donde los proyectos que no son rentables se descartarán. Y el Ampera-e parece que entra de lleno en esta categoría, principalmente por ser un coche fabricado por General Motors en Estados Unidos y en unas cantidades muy bajas, lo que le hace imposible lograr alcanzar una mínima economía de escala.
Queda por saber si PSA cortará de golpe la comercialización, o seguirá con ella a cuenta gotas hasta el inicio de su propio programa eléctrico. No olvidemos que a finales del pasado mes de octubre Opel ordenaba la parada de recogida de nuevas reservas en aquellos mercados donde el Ampera-e ya estaba disponible. Una señal que no auguraba nada bueno, y que de confirmarse podría suponer la defunción de uno de los eléctricos más prometedores del momento.
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Vía | Automobilwochet
