El Nissan LEAF sube de precio en Europa

Cuando se presentó el nuevo Nissan LEAF, el fabricante japonés puso en marcha una pequeña campaña de descuentos que permitía llevarse una unidad de la nueva generación que además de contar con una propuesta mucho más completa que la anterior, sería incluso más barata. Pero esta campaña ha terminado, y los precios han subido ligeramente.

Hasta el 1 de abril para llevarse el LEAF más económico, la versión Visia, salía por apenas 29.800 euros, mientras que en caso de querer lanzarse a una versión más equipada y dotada del sistema de ayuda a la conducción Propilot, versión N-Connecta, el coste subía hasta los 31.700 euros.

Pero esta oferta se ha terminado, y el Nissan LEAF ha visto como sus precios han subido. Ahora para la versión más económica el coste está en 30.300 euros. Apenas 500 euros de subida. La misma cantidad que se ha añadido al N-Connecta cuyo precio se sitúa en los 32.200 euros.

Esto no ha sido exclusivo de España, y por ejemplo en Reino Unido las subidas han llegado en la versión más costosa, la Tekna, a superar los 1.000 euros.

Las razones para esta subida pueden ser varias. Pero sin duda la que tiene más posibilidades es que el gran éxito del LEAF en esta primera fase haya superado las expectativas de Nissan. El pasado mes de marzo se habían superado las 20.000 reservas. Algo que acercaría los números a la capacidad máxima anual de la planta de Sunderland, que se estima podrá producir unas 30.000 unidades en 2018.

De esa forma Nissan se guardaría un as en la manga de cara a la futura llegada de la versión de 60 kWh, que se espera sea presentada a finales de este año. Gracias al mayor margen logrado por esta subida, Nissan podrá aplicar mayores descuentos en la versión de 40 kWh, para de esa forma intentar mantener en la medida de lo posible los pedidos.

Al mismo tiempo Nissan está jugando con fuego, ya que las dinámicas positivas como la actual pueden volverse negativas de un día para otro. Sobre todo después de los muchos problemas que algunos usuarios están sufriendo en sus unidades del nuevo LEAF cuando recargan en una toma rápida. Un caso que ya tiene nombre y etiqueta en Twitter, #rapidgate.

Básicamente se trata de que la nueva batería parece presentar algunos problemas que las anteriores de 24 kWh y 30 kWh no tenían: tras utilizar varias veces la carga rápida, varios usuarios han visto que la temperatura de la batería subía demasiado, por lo que la potencia de carga se reducía de los 50 kW a cifras por debajo de los 20 kW, lo que hacía que tarda mucho más en cargarse.

Un problema con la refrigeración que parece que se mantienen en esta nueva generación, y que veremos si no supone un disgusto para Nissan.